El mapa político de Navarra resultante tras las elecciones forales y municipales explica el espacio tempestuoso en el que se desarrolla la actividad política “normal” de los distintos partidos políticos navarros: ni el centro derecha puede gobernar con una mayoría absoluta; ni el socialismo podría hacerlo sin el apoyo de los herederos de Batasuna; ni toda la izquierda radical -Nabai, IU-Batzarre, Bildu- alcanzaría el poder sin la complicidad del socialismo navarro.
Ante esta endiablada aritmética parlamentaria y si no queremos acabar petrificados por la indecisión, se imponen los pactos entre grupos diferentes.
Secundar en Navarra la dialéctica de confrontación perpetua entre el PP y el PSOE, que tanto se practica en algunas Comunidades Autónomas (donde sólo aquellos compiten) y se replica irresponsablemente en Madrid, sería un grave error en estos tiempos de profunda crisis. Más aún sabiendo que ni el PP ni el PSOE reproducen esta pelea en el País Vasco.
Navarra, es evidente, necesita estabilidad política. Necesita seguir impulsando proyectos de interés general. Necesita muchas manos generosas y altura de miras para encontrar espacios comunes entre partidos diferentes.
En Navarra esos espacios comunes existen. Regionalistas, socialistas y populares los deben encontrar. De hecho las tres opciones los hemos defendido vehementemente en campaña. Son: el Fuero; la libertad; la Constitución; el rigor en la gestión de los asuntos públicos; la austeridad; la solidaridad; la justicia distributiva y la ilusión de trabajar por Navarra y España.
Al otro lado, no nos llevemos a engaño, están los Bildu (Eta) y quienes tradicionalmente se apoyan en el trabajo de los Bildu (“el árbol y las nueces”). Todos ellos llevan muchos años trabajando sin descanso en la destrucción de la sociedad abierta y plural -liberal, con perdón- que en Navarra queremos construir entre los demócratas. Y no van a cambiar. Bildu va a mantener su discurso excluyente y va seguir utilizando métodos antidemocráticos (coacción, chantaje, violencia,…) para eliminar la competencia política donde pueda -o les dejemos entre todos.
En Navarra con Bildu, es decir con los amigos de Eta, nuevamente en las instituciones locales y en el Parlamento Foral, nos jugamos nuestro futuro una vez más. Y, sobre todo, nos jugamos poner en riesgo un modelo de convivencia (perfectible, ya lo sé) basado en la igualdad de oportunidades y la libertad, que ha hecho de Navarra una de las comunidades más prósperas de España y de la Unión Europea.
¿Queremos que nuestros hijos vivan en una sociedad esclavizada, víctima del resentimiento y la manipulación, que resulta ser hoy toda una excepción en la Europa de las libertades? Una sociedad, en la que malviven acosados y silenciados muchos navarros que no comparten las ideas de los amigos del terror. ¡En la que se homenajea sin rubor moral a terroristas cobardes no arrepentidos!. ¿Es eso lo que desea el PSOE para toda Navarra?
Ya no es tiempo de promesas, ni de deseos, ni de utopías, ni circunloquios, ni huecas declaraciones de principios “progresistas”. Al grano. ¿Qué quiere el socialismo navarro para Navarra?
¿Difícil papeleta? Yo creo que no.
2 respuestas
Pues no sé, don Carlos. Ud sabrá con quién pacta. ¿Con el PSOE que legaliza a Bildu, pero después quiere que lo tengamos como el coco? NO haber votado al PSOE hace un año y tal vez ahora tendríamos ya otro gobierno.
Tal vez entonces habría sido un buen momento para habérselo pensado. Pero Rubal se lo come a Ud con patatas fritas. Salvo entonces. En ese momento era Ud. el rey del mambo mundial, pero dejó escapar la oportunidad.
Spurgus da en el clavo. El Sr. Salvador hizo honor a su nombre salvando a ZParo hace un año. Desde entonces UPN y él, él y UPN son los corresponsables junto con el PSOE y ZPARO de esta sitiación (era esta palabra una errata pero la dejo porque describe mejor la situación de. ..sitiados). ¿Se arrepiente Carlos Salvador de lo que hizo..y nos hizo? ¿Se arrepiente Miguel Sanz? Cara al público seguro que no, pero espero que concilien dificilmente el sueño por las noches.