En 2004, en tiempos del comisario contra la AVT verdadera Peces-Barba, Rodríguez Zapatero prometió una nueva ley de víctimas del terrorismo. Hasta hoy. No debió encajar en sus planes. Periódicamente se ha solido hacer alguna referencia al asunto, pero nada más. Ahora vuelve a la carga proponiendo una nueva ley de víctimas. ¿Por? ¿Habrá recuperado la memoria? No creo. Qué quieren, hoy como entonces, no puedo dejar de sospechar que se está fabricando una coartada por si llega el momento. Si es posible y conviene, vaya. Como lo del ex ministro Bermejo, cuando convenga la jugada. Como en 2004 y 2005, van asomando indicios de que la negociación con la Eta se hornea secretamente. Y antes de que culmine -si culmina- se va proyectando la escenografía. A diferencia de 2004, la AVT es una cáscara destartalada y prosternada. Añádase que el arrojo de los partidos políticos en este terreno será perfectamente descriptible, pues temo que en la sede pepera de la calle Génova están en el secreto de esta infamia. Así, con la flamante ley y llegado el momento de descubrir el asunto, cómo suponer que este gobierno, con tantas detenciones en su haber y tan rumboso en el nuevo texto con las víctimas, vaya a cometer una felonía. Una morterada de dinero, actos y fotografías en el momento adecuado, la satisfacción contante y sonante de algunas asociaciones que acaso se justifiquen con finas protestas, las apelaciones a la unidad… y en marcha. Mientras, si las negociaciones llegan a puerto, cuestión siempre incierta pero de cierto intento siempre, la parte de la banda que no lleva encima la pistola, la Eta “buena” de Ternera -que para algo lo tienen suelto- y que lleva décadas disparando desde el escaño o en la calle, se plantará plenamente en las instituciones, cobrando euros de nuestros impuestos. Y además, ¡oh milagro!, esos tipos mudarán en respetables demócratas. De modo que si alguien profiere la gran verdad de que son terroristas con muchos litros de sangre, podrán llevarlo a un juzgado y nuestro amado Estado de Derecho le pondrá los grillos y una pareja de Guardias Civiles -cruel burla- que lo lleven conducido. El éxito de la maniobra validaría 850 asesinatos como herramienta política. La matanza habrá dado cosecha. Fernández de la Vega dice sobre esta iniciativa de la nueva ley, que dignificar a las víctimas, además de una obligación del gobierno, es un imperativo ético para toda la sociedad. (En estos momentos me pregunto cómo se escribe una pedorreta.) La misma vicepresidenta del mismo gobierno que en las últimas andadas negociadoras ofreció impunidad a los etarras. Véanse las filtraciones de las actas sobre el papel del mediador del gobierno y amigo de Garzón, el abogado Gómez Benítez, hoy miembro del CGPJ. Dice hacerlo por servicio al Estado. Fíjate, igualico pretextaban algunos por el GAL. Bonita separación de poderes, valiente contrapeso entre poderes. Sí, amigo de Garzón, quien marea la perdiz del chivatazo policial a la Eta, dilatando su instrucción sospechosísimamente, cosa por la que debieran alejarlo de una toga para los restos. En Navarra sigue su curso la proposición de ley foral de víctimas. Leyes de un lado, del otro, de una comunidad, de otra… ¡será por parlamentos! Proposición que si no es enmendada, cosa espero que asumible por el PSN, colaría a terroristas como víctimas y con las víctimas. Parecida afrenta cometida con la ley de 1999 por el Congreso de los Diputados. Once años más tarde, con lo que ha llovido y en Navarra, con los 42 asesinatos cometidos por la Eta, su repetición en el Parlamento Foral no podrá ser achacada ni al buenismo ni al error. Sino a todo lo contrario.