Pedro Sánchez, presidente,
presidente Pedro Sánchez,
no se cansan de clamar
tu nombre allá donde sales.
Cómo sales, cómo entras
por los platós, con qué andares;
no hay pastor que no te silbe,
no hay pastor que no te alabe.
Eres el primer doctor
que gobernó en estos lares
y como buen matasanos
nos curas todos los males.
En las naciones de España
y plus ultra de los mares,
con cincuenta y tres millones
para los hijos de Chávez.
Previsor en la pandemia,
tú compraste antes que nadie
millones de mascarillas,
y así que no murió nadie.
Para que nadie se frustre
en la escuela tú dejaste
que con todo suspendido
los niños de curso pasen.
Ay, contigo todo sube,
tu Falcon sube y la carne,
la que tu amigo Garzón
critica porque da cáncer.
Las cosas suben contigo
pues contigo todo vale,
todo vale mucho más
y aún más caro nos sale;
¡pero estamos tan contentos
de que con valor ampares
a este pueblo de oprimidos
que ahora de un túnel sale…!
Presidente Pedro Sánchez,
¡válgate Dios cuánto vales!
Dos mil treinta en el ojal,
tú nos limpiarás el aire
de los pedos de las vacas
de las macrogranjas grandes.
Gracias a ti, los de Vox,
no desfilan por las calles
abusando de mujeres
ni matando a homosexuales.
Prohíbes los putiferios
y para celebrarlo van
de putas y cocaína
Tito Berni y tus chavales.
Te has rodeado de “ministres”
con tan amplias credenciales
que si las juntas en pila
(me dirán que esto es maldade)
abultan lo que tu tesis,
la tu tesis doctorale,
esa que entre los amigos
te ficieron en dos tardes.
Tu memoria democrática
es de lo más amable,
porque la cuentan la Eta
y Sánchez a partes iguales.
Tú te has enfrentado a Franco,
valiente, y olé tu madre,
que a Franco hasta llegar tú
no lo habiá vencido nadie.
Sacas muertos de las tumbas,
del trullo sacas truhanes,
del cajero a las ministras
y de Marruecos, peajes.
Para no perder el tiempo
(qué previsor y qué grande)
usas los decretos ley
como no los usó nadie:
sacándolos de tus huevos,
porque los tienes muy grandes,
que nos encerraste a todos
con llaves inconstitucionales.
En cuanto a diversidad,
y plurales cambalaches
eres el amo del cambio,
la cambia y el camuflaje.
¿Que me he levantado Paca?
Aquí cortas y aquí añades.
Que me siento otra vez Paco:
ahí ya no sé qué haces.
Por disimular un poco
entre tanta botarate,
pusiste una rubia bote
que voto a Dios que es cargante,
que cada vez que abre el pico
la escuchas y ya no sabes
si se está haciendo la tonta,
si se constipó una tarde o
si antes de ser comunista
ya era tonta de remate.
Para templarnos el patio
has sacado de la cárcel
a asesinos de la Eta,
a golpistas catalanes,
a violadores confesos
y aún se te nota el plumaje
de que a Griñán (¡cómo eres…!)
lo quieres pronto en la calle.
Pero si España te dice
que ahora un tiempo descanses,
viene dispuesto Feijoo
para el testigo agarrare,
gobernando con tu apoyo
(que lo darás, miserable)
para seguir el tu rumbo
por consejo de González.
Y ya, para terminar,
quiero ensalzar de tus partes
la cara con que nos mientes,
que no se ha visto otra iguale.
Cómo mientes, vil, traidor,
dícente los fascios, Sánchez,
y no saben que no mientes,
sino que das ca’ viraje
que dejas la mula tuerta.
Pero ahí estás tú, qué diantres,
con tu aire de adolescente,
con tu tono insoportable,
creyendo que todos somos
idiotas. Vas a enterarte,
que incluso las vacaciones
nos las has jodido, infame.
Y ahora, como estrambote,
pues que te vote Chapote.