Si ya de por sí es preocupante que un partido como PODEMOS, a razón de su inhumana y liberticida ideología, tenga representación en la mayoría de parlamentos y consistorios de España, no deja de serlo, en menor medida, el hecho de que, con motivo de las elecciones municipales del próximo día 26 de mayo, la candidata a la alcaldía de la ciudad de Ávila tenga un perfil determinado.
La candidata en cuestión se trata de Pilar Baeza, una señora que fue condenada a treinta años de prisión tras ser acusada de ser cómplice del asesinato de un señor de 24 años llamado Manolo López, que según el testimonio que le trasladó a su novio, también implicado, la habría sometido a una violación sexual. Al respecto, cabe destacar que, según este último, ella habría empezado a darle tiros a Manolo, encargándose él, simplemente, de «rematar».
Baeza no solo ganó las elecciones primarias del partido tanto para la elección de secretario local como para la nominación de alcaldable, sino que cuenta con el respaldo de los órganos directivos de la formación bolivariana. Ahora bien, estos mismos son quienes no descansaron hasta que políticas del PP como Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes dimitieran, respectivamente, por la irresponsabilidad in vigilando y la obtención ilícita de un título de posgrado.
De todos modos, sabemos que lo anterior respondía más bien a un interés indiscutible en «agarrarse como un clavo ardiendo para arremeter contra la derecha«, a la par que se ponía de manifiesto la intencionada doble vara de medir que tiene esta gente. Pero, como ocurre en muchos otros aspectos de la vida, quizá este caso corrobore el interés del partido de Pablo Iglesias en la «reinserción social».
El motivo por el que se oponen a la «prisión permanente revisable»
Durante décadas, la mayoría de españoles, sin importar sus preferencias de voto y simpatías ideológicas, ha sido partidaria de la contemplación penal de la cadena perpetua para asesinos, violadores y terroristas (distinto es que la clase política haya tendido a no hacerles caso lo suficiente). Eso sí, apariciones de personas como Diana Quer, Gabriel Cruz y Laura Luelmo han contribuido a reavivar el debate.
Por suerte, el debate político ha incorporado el asunto de la «prisión permanente revisable», que aún no se aplica a todos los tipos de homicidios. PP y VOX están a favor de la misma -incluso de aplicarla a más tipos penales- y, mientras que C’s juega, una vez más, al veletismo y la indefinición, PSOE (a pesar de lo que piensa la mayoría de sus votantes) y PODEMOS se oponen a la misma.
Esa izquierda que se opone a este tipo de pena de prisión suele esgrimir el interés por la «reinserción social», lo cual es una humillación de considerable magnitud a las víctimas y a sus familiares y demás seres queridos. En caso de asesinato, estos no van a poder recuperar y volver a ver con vida a la víctima; por mucho que se les indemnice económicamente, no se logrará compensar ese terrible dolor psicológico.
Recordamos también que, cuando hace un año, se arrestó a Ana Julia Quezada, asesina del pequeño almeriense Gabriel Cruz, las hordas marxistas estaban más bien preocupadas de que la gente se refiriera a ella como «la negra» (aparte de velar por su «derecho a la reinserción social»), lo cual respondía, tan solo, al hecho de que, el color de piel no era un rasgo muy común en España (lo mismo ocurre en otros aspectos de la vida cotidiana), pero sin ningun ánimo racista.
¡Ni se te ocurra disentir!
Mientras que se «vela por la reinserción del criminal», sin importar las víctimas de sus atrocidades, la cosa cambia radicalmente cuando se trata de la defensa de postulados ideológicos y morales totalmente contrarios al marxismo, aunque se trate, tan solo, de su faceta cultural. Esta gente no va a respetar el derecho a ejercer tu libertad de expresión de críticas a la frentepopulista Segunda República, al aborto, a la ideología de género, al multiculturalismo o a ciertos regímenes.
Sabemos que PSOE y PODEMOS desean que se encarcele a quien haga algún comentario positivo sobre el franquismo o negativo sobre el Frente Popular del 36″ y sus atrocidades, así como la «muerte civil» de quien condene el aborto, defienda la familia, se oponga al matrimonio entre personas del mismo sexo y las tesis feminazis, o advierta sobre el riesgo de islamización del continente europeo. También consta que PODEMOS apoya a regímenes totalitarios como el cubano y el venezolano, donde se persigue y hostiga a la disidencia.
Una vez dicho todo esto, ya concluyendo, hay que decir que quizá está claro por qué estas hordas marxistas velan tanto por la «reinserción social» (igual impulsan, con el tiempo, una candidatura de Ana Julia Quezada a las Cortes de Castilla y León, o la colocan como «portavoz» de «asuntos sociales» o «derechos humanos»). Eso sí, como seas un férreo defensor de la vida, la libertad, la tradición católica, la familia y el mercado libre, la cosa cambiará completamente…