No se fíen de lo que lean en los medios. El título de este artículo no responde a la realidad. El título apropiado hubiera sido: Reyes Magos apedreados. Está claro que resulta mucho más llamativo lo de Olentzero apedreado por razones evidentes: la noticia es que el hombre le muerda al perro. Ahora bien, ya sólo que esto sea así no hace sino iluminar unas mínimas reflexiones sobre el Olentzero.
Primero: si se organizan diez olentzeros y se prohíben cinco porque en el pasado ha sido sistemática la presencia de fotos de etarras en torno al carbonero, esto significa que el elemento determinante de la prohibición son los carteles de etarras y no el Olentzero. ¿Les parece que es así como analizan la realidad los partidos y medios nacionalistas?
Segundo: si el elemento determinante de la prohibición son las fotos de terroristas, las iras de los partidarios del Olentzero deberían dirigirse contra quienes una y otra vez mezclan el titadyne con los regalos para los niños. ¿Les parece a ustedes que esto es los que hacen los partidos y medios nacionalistas?
Tercero: si los olentezeros sin fotos de etarras pueden recorrer la ciudad sin problemas, mientras que a las figuras de los Reyes Magos se las apedrea, contra lo que se ejerce una violencia y una represión fascista no es contra el Olentzero, sino contra la Navidad cristiana. Insisto en preguntarme si es así como los nacionalistas nos lo cuentan.
Pienso por tanto que lo anterior ayuda a clarificar los hechos en torno a la recurrente polémica del Olentzero. He intentado evitar que en mi artículo influyera el hecho de que a mí nunca me trajo un Scalextric el Olentzero. Aunque hubiera sido un detalle, hubiera escrito lo mismo.