Sorprende la extrañeza que ha producido la victoria política del nacionalismo vasco en Navarra. La llegada a la presidencia de la Comunidad foral de un miembro del PNV o de Batasuna era sólo cuestión de tiempo. Tarde o temprano iba a ocurrir. Y lo ha hecho enmascarado en Geroa Bai, la marca blanca del PNV en Navarra, y de Uxue Barkos, una periodista de la ETB, la televisión pública de la Comunidad Autónoma Vasca, financiada con más de 160 millones de euros públicos todos los años.
El nacionalismo vasco (PNV y Batasuna), al igual que todo movimiento político y social de vocación totalitaria, ha basado su estrategia política en priorizar la construcción nacional frente a la defensa de las libertades y los derechos individuales de los ciudadanos.
No ha tenido reparos en utilizar todas las herramientas y estrategias de ingeniería social a su alcance (incluido el presupuesto público) para moldear, manipular, comprar voluntades y conformar la sociedad y la opinión pública a su antojo. Por eso, desde la llegada de la Transición a España, los partidos nacionalistas vascos han afrontado sus aspiraciones anexionistas en Navarra como un asunto generacional; como una mera cuestión de tiempo y de maduración política.
La estrategia del nacionalismo vasco para llegar al poder en Navarra ha contado con dos actores. Por un lado, el PNV, desde el lado más institucional, se ha encargado de diseñar y ejecutar políticas que le permitieran influir y controlar dos pilares claves de la sociedad navarra: la educación y la opinión pública. A través de entramados empresariales afines y mediante la utilización de recursos públicos de la Comunidad Autónoma Vasca, el PNV ha tejido en Navarra una tupida red educativa y de medios de comunicación que han trabajado de manera constante y astuta durante 30 años por cambiar la realidad política, social, incluso demográfica de la Comunidad foral. Su última creación ha sido precisamente la puesta en marcha de Geroa Bai, el partido de Uxue Barkos, un producto de marketing político pagado, diseñado y controlado desde la sede del PNV en Bilbao.
Sin embargo, esta estrategia del PNV en Navarra no hubiera tenido ningún éxito si no llega a ser por la estrategia complementaria puesta en marcha por la izquierda abertzale en Navarra. Mientras el PNV trabajaba por madurar el proyecto político del nacionalismo vasco desde el frente institucional, Herri Batasuna y ETA se encargaban del trabajo sucio. Sólo en Navarra en los últimos 30 años, ETA ha cometido 400 atentados, ha asesinado a 42 ciudadanos (13 asesinatos están aún sin resolver) y herido y amenazado a miles (gran parte de los cuales han huido de sus municipios, incluso de Navarra). Todos y cada uno de estos actos terroristas han sido justificados y amparados (hasta hoy en día) por los dirigentes de Batasuna, hoy reciclados en dirigentes de Bildu.
Esta eliminación física del rival político, y la consiguiente socialización del terror y del pánico, ha ido acompañada de prácticas totalitarias como la monopolización del espacio público, el entrismo y control de las asociaciones culturales, festivas, deportivas, sindicales…, la manipulación política de la Historia, el adoctrinamiento y la apología del odio a menores, la deshumanización del rival político, la constante difamación, humillación y hostigamiento a políticos y representantes de proyectos no nacionalistas o la imposición de símbolos de otras comunidades en Navarra. Actitudes y estrategias copiadas de los peores episodios de la historia de la Europa del siglo XX.
Es cierto que en octubre de 2011, la presión policial obligó a ETA a abandonar su estrategia de atentados terroristas. Sin embargo, el proyecto político y la vocación totalitaria de la izquierda abertzale se mantienen intactos y en absoluto han sido derrotados. De hecho, el actual dirigente de Bildu en Navarra, Adolfo Araiz, fue el responsable de la mesa nacional de Herri Batasuna durante los sangrientos años de plomo de la organización terrorista (1991-1997); mientras que el responsable de Sortu en Navarra es Vicente Goikoetxea Barandiarán, alias «Willy», ex número dos del jefe de ETA Mikel Antza. Ninguno de los dos ha demostrado jamás el más mínimo arrepentimiento.
Esta doble y complementaria estrategia del PNV y Batasuna se ha mantenido de manera constante y eficaz durante más de 30 años, hasta que finalmente ha logrado sus frutos. Sin embargo, el objetivo final del nacionalismo vasco no es el de gobernar Navarra. No se van a conformar con eso.
Controlar el ejecutivo foral es sólo la primera fase de una estrategia política pensada para enfrentar a los navarros, romper los vínculos que unen a Navarra con España y construir un nuevo proyecto político y jurídico basado en la entelequia identitaria y cultural de Euskal Herria, que supondría, de facto, la creación de un Kósovo en los Pirineos. Es decir, la implantación de una auténtica ruina democrática, política, social y económica.
No es casualidad que las primeras medidas planteadas con la llegada del ejecutivo de Uxue Barkos hayan sido la paralización de la educación en inglés en el sistema público de enseñanza, el fortalecimiento de la educación en euskera, el cambio legislativo que permita que la ikurriña ondee en las instituciones navarras, la captación de la televisión pública del País Vasco en Navarra, o el cierre del campo de entrenamiento del ejército del aire español en las Bardenas Reales. El nacionalismo vasco aprovechará los próximos cuatro años de Gobierno en Navarra para proseguir con su plan de construcción nacional de Euskal Herria y, por consiguiente, la progresiva destrucción del Estado de Derecho y de Imperio de la Ley que actualmente representa España. Y lo hará con mayor fuerza que nunca: desde las instituciones públicas y utilizando recursos públicos.
Detener la maquinaria de propaganda y de ingeniería social del nacionalismo vasco en Navarra no va a ser tarea fácil. Liberar y vacunar las mentes de las nuevas generaciones de navarros del bombardeo de doctrina nacionalista al que han sido y serán sometidos requerirá también de un plan y de una estrategia.
Será difícil liberar Navarra del nacionalismo sin una estrategia a la que se sumen todos aquellos que crean que el sistema jurídico y político español y europeo es el mejor garante de las libertades, los derechos y el progreso de todos los ciudadanos. Y, de la misma forma que el nacionalismo ha avanzado robando espacios de libertad e imponiendo derechos colectivos por encima de derechos individuales, la mejor forma de combatirlo será invirtiendo la estrategia: ganando espacios de libertad individual y denunciando los atropellos en nombre de la identidad colectiva.
El futuro de Navarra se va a jugar durante los próximos cuatro años en la defensa de las libertades de lo ciudadanos navarros. En la libertad de lo padres para elegir el centro y el idioma en el que quieren educar a sus hijos; en la libertad de los ciudadanos para poder expresar libremente sus ideas políticas sin ser insultados y amenazados; en la libertad de los ciudadanos por poder expresarse y trabajar (incluido el trabajo en la administración) en el idioma que más les convenga o interese; en el derecho de los ciudadanos por tener unos medios de comunicación libres y plurales; en el derecho de los ciudadanos de que las instituciones que financian con sus impuestos no se dediquen a fomentar enfrentamientos identitarios ni a proyectos partidistas de construcción nacional; en el derecho de emprender y trabajar en un entorno de mayor libertad posible y libres de trabas administrativas, etc.
Evitar que Navarra sufra un cisma social y de convivencia que provoque la próxima gran crisis política y territorial de España, dependerá de la habilidad que la propia sociedad tenga para convencer a los ciudadanos navarros de que lo que verdaderamente está en juego es mucho más que una guerra identitaria de banderas e idiomas. Lo que realmente está en juego en Navarra no es sólo el legado cultural e histórico de uno de los reinos más antiguos de Europa, sino que es el propio sistema de derechos y libertades que ha permitido la convivencia y el progreso de una de las comunidades más ricas, prósperas y solidarias de Europa.
6 respuestas
Le ha faltado el papelón que ha hecho el PSN, caballo de Troya del nazionalismo allá donde se le ha necesitado, del PSOE en general, en todos los lugares donde incuba huevos de serpiente identitaria, sea Galicia, PV, Com Valenciana, Cataluña, Baleares o Canarias. Siempre haciéndose perdonar la vida por extremistas o comunistas, ahora más aún con los podemitas royéndoles los calzones y a punto del sorpasso si suman a una fagocitada Izquierda Hundida, quebrada financieramente por su propia ineficacia comunista y faltos de ese dinero del narcoterrorismo de las FARC o del narcotráfico venezolano cuando no de la Robolución.
En Cataluña Ciudadanos puede tomar el relevo de un PSC moribundo, en el resto de España les queda un largo trecho, y la encamada con Susana Díaz no les va a ayudar precisamente.
No se autoengañe Javier Lesaca, los llamados navarristas ó nacionalistas navarros controlan y manipulan casi todos los medios de comunicación que se emiten en Navarra …
Habla de libertad de educación cuando durante los últimos 40 años hemos sufrido un aparheid contra el euskera, los padres han tenido que construir escuelas con su dinero para que sus hijos pudieran estudiar en euskera …
Hemos tenido que soportar una sanidad tutelada por el Opus Dei que no permitía que se cumpliera la Ley del aborto en Navarra …
Durante este tiempo han arruinado Caja Navarra …
Los navarros no somos tontos hemos optado por el cambio a mejor, por una Navarra de todos, no de unos pocos señoritos que sienten nostalgia del franquismo.
De acuerdo Don Javier Lesaca con su artículo y en los aspectos concretos con “ El nacionalismo vasco aprovechará los próximos cuatro años de Gobierno en Navarra para proseguir con su plan de construcción nacional de Euskal Herria y, por consiguiente, la progresiva destrucción del Estado de Derecho y de Imperio de la Ley que actualmente representa España” . Y con “Evitar que Navarra sufra un cisma social y de convivencia que provoque la próxima gran crisis política y territorial de España”.
Claramente si se llegara a culminar los objetivos o el objetivo que anhelan, esa Euscal Erria del no lugar ( utópica)que no se ha conocido jamás como entidad política, Navarra quedaría diluida en otra comunidad con pérdida absoluta de su personalidad por anexión y posterior secesión . Para España en su conjunto añadiría otro desafío secesionista , no hace falta decir en cual estamos ahora y en plena rebeldía , y que no cabe duda que inmediatamente se plantearía otro , ya tienen unos consumados maestros y que han acudido además al subterfugio de unas elecciones estatutarias para camuflar una vía plebiscitaria y con candidatura única( mientras los otros catalanes y demás españoles no llegan a ningún acuerdo común por la negativa de algún partido). Creo que la abrumadora mayor parte de la sociedad española , y entre ella la mayoría de la clase política, , no es consciente de la importancia de Navarra y de lo que supone la llegada al gobierno de la Comunidad Foral del separatismo en una exitosa trayectoria perfectamente ideada y con la ayuda de una izquierda neo y veterocomunista .
Estarían contentos aquellos señoritos ,jaunchos, separatistas clericalistas , vascongados de tierra de caristios, si pudieran ver como sus objetivos se están alcanzando desde la época en que un xenófobo prófugo del carlismo comenzó a soltar sus ahistóricas y aberrantes sandeces . Pronto los navarros verán los resultados en orden al futuro que se atisba Les cabe a ellos la tarea democrática de superar al separatismo a través de todas las vías legales y hacer presente en todos los aspectos cultural, social, en la enseñanza , etc , explicando al sector más joven lo que ha sido y es Navarra, pero ello es también un deber y un compromiso de los demás españoles compartido con nuestros hermanos navarros.
Lo del PSOE , e incluso la actuación de algún que otro presidente no necesariamente de esa filiación política , lo dejaremos por hoy, pero no le va a bastar el salir con la bandera constitucional para que se olvide la actuación de determinadas federaciones o de un partido asociado en muy concretos lugares y su tratos con separatistas, y el papel que juega como pone de manifiesto el sr. Ciudadano Caña . Esperemos no surja un émulo del expresidente sr. Rodriguez. Esto si que podría resultar semejante a una plaga bíblica. La monarquía hispánica en su momento aguantó el tipo contra medio mundo, y al final así nos fue , pero en fin mas o menos aquí seguimos , pero tener la rebeldía en propio suelo, y la amenaza muy al sur , esto ya sería demasiado, recuerden ningún reino o casa dividida sobrevivirá. No obstantes seamos optimistas.
Estimado Javier Lesaca,
todo su artículo es un total despropósito y refleja un nacionalismo español compulsivo que le arrastra a interpretaciones absurdas ante una realidad que Vd. no desea ver.
Voy a ser breve.
La fuerza del nacionalismo español en Navarra encontró un aliado indeseable en la violencia de ETA y esta violencia, mediáticamente utilizada, siempre fue el muro para el desarrollo normal del nacionalismo vasco.
Desaparecida ETA, el nacionalismo español no puede esgrimir nada para frenar al otro nacionalismo, al vasco, y éste, por tanto, avanza.
Los «por qués» de ese avance no son los que Vd. esgrime de manera tan lamentable, pero esto ya es agua de otro costal.
En resumen y no lo olvide: a más ETA más nacionalismo español, a menos ETA más nacionalismo vasco.
Es lo que tiene Navarra.
Perdón, quería decir que eso es «harina de otro costal».
Todo es muy cierto, pero no olvidemos agradecer este «kambio» a Podemos y sus diferentes marcas blancas. Sin los votos de estos analfabetos funcionales el nazionalismo nunca hubiera tocado poder en Navarra. Todos conocemos al votante podemita; sinceramente creo que son lentos intelectualmente. Se declaran no nacionalistas, incluso firman hipotecas sin que nadie les obligue a ello pero les molesta que gobiernen otros que no sean de izquierda. Conclusión:tragan con ideas del XIX e ikurriñas solo por ver fuera del gobierno a quienes odian y por otro lado han permitido su prosperidad.
Otra gran parte de los votantes los encontramos entre la inmigración sudamericana
Es decir, son los de «el dinero es malo, pero porque no lo tengo yo»