Muchos estamos preocupados: por su debilitada economía; por su elevada deuda; por las dificultades para su gobernabilidad; por la mayor presión fiscal; por el enfrentamiento Parlamento & Gobierno; por su fragmentación política. Todos deberíamos abandonar viejos esquemas. Los políticos, las fuerzas cívicas y sociales, han venido utilizando los Presupuestos Forales para crear núcleos de influencia -detrás de muchas partidas, hay un lobby-.
Si ingresamos 2.700 millones anuales, no deberíamos gastar ni un euro más, lejos queda los más de 4.000 millones presupuestados. Cuando se aposto por el impulso político para salir de la crisis, el endeudamiento se disparo, hoy en el sexto año de crisis, debemos seguir ajustando, para que cuando recuperemos la viabilidad y el crédito, salgamos de la crisis.
A Caja/Goñi le perdió ¡su soberbia! quiso protagonizar un rol financiero por encima de sus fuerzas, en casa consiguió deslumbrar a muchos y amedrentar al resto, mediante créditos, dádivas y subvenciones. Los viajes Vip, los créditos blandos a consejeros, las dietas a políticos -ocultas a la ciudadanía-, son de exclusiva responsabilidad de los beneficiarios. El desaguisado torpemente quisieron taparlo, pero es necesaria una reflexión sobre lo que pasó, si no lo hacen los que conocen los porqués, lo terminaran haciendo los demás.
Abandonemos ensoñaciones: deberíamos renunciar al TAV, el discurso de ¡que si no nos enganchamos a ese tren, no tendremos futuro! es insostenible. Es una obra que satisface a los lobbys de la Obra Pública, y que ni tiene rentabilidad, ni podemos financiarla, ni mucho menos pagarla. Habría que repensar también el pago en la sombra de autopistas, etc.
Tenemos gastos desmesurados en Educación y Sanidad, que se pueden y se deben recortar. Se incluyeron dotaciones irracionales para núcleos de población ínfimos, que nos hicieron pensar que vivíamos en ¡una Arcadia feliz! Hoy conocemos que no fueron solo gracias a nuestra riqueza, ni a nuestra buena administración, sino también a causa del burdo artilugio del IVA en la exportación de coches.
Los políticos se centran en lo inmediato, apenas plantean medidas de medio plazo. En tiempos de crisis, son más evidentes sus limitaciones, produciendo éstas una enorme desafección entre los votantes. También muchos ciudadanos son egoístas, por privilegiados (al trabajar para una Administración que ni quiebra, ni cierra), no aceptan que el Gobierno no pueda endeudarse más para que todo siga igual, ¡no aceptan recortes! Lo que muchos admiten en privado, lo niegan en público, dejando sólo al Gobierno, frente a los huelguistas y los medios que les acompañan.
Las empresas y familias ya hace tiempo que nos apretamos el cinturón, y no paso nada. Ahora cuando toca adelgazar lo público ¡se monta el Belén! En época de vacas flacas, lo único que quiere la oposición es desgastar al Gobierno, no quieren sustituirlo. El panorama navarro no es alentador: Aralar y EA, de momento no han conseguido bajar del monte a los pro etarras, parece que son ellos, los que se han subido; las diferencias entre los socialistas soterradamente, aumentan; los dos sectores de UPN se vigilan, para imponer su alternativa en cómo mantenerse en el poder, olvidan trabajar en cómo fortalecer la derecha social; y los PPN siguen sin liderazgo.
El panorama general, es pésimo, por el ataque feroz contra el PP por la izquierda de siempre, que utiliza acusaciones fabricadas ad hoc, jaleadas desde la calle y el Congreso ¡Menos mal que el PP tiene mayoría absoluta! Sin complejos, deberían atacar a toda corrupción ¡defender modelos sociales sostenibles! Continuar con el programa reformista, enfrentarse a la crisis económica y a los secesionistas. Los periodistas no siempre contribuyen al necesario sosiego ¡lo malo es más noticiable que lo bueno! Echamos en falta, una mayor ejemplaridad de los cargos públicos, la corrupción política, favorece la desconfianza y el desánimo ciudadano. Todos deberíamos arrimar más el hombro, exigirnos y exigir una mayor moral individual que ayude a la regeneración, y a la salida de la crisis.