El Consistorio pamplonés sancionará a los dueños de locales vacíos descuidados, Diario Noticias- Miércoles, 21 de marzo de 2012:
“Enrique Maya plantea pintar las persianas de los espacios sin uso para mejorar su imagen exterior. Y planteó sanciones para aquellos propietarios que se desentiendan del mantenimiento de los establecimientos. Para ”mejorar la imagen” de las bajeras sin uso, el alcalde propuso ”pintar las persianas con temas propios de Pamplona” y en caso de que no se lleve a cabo, ”actuar vía disciplinaria, mediante sanciones” (SIC)
Ante la aparición de esta noticia adapto, a Pamplona, mi artículo aparecido en NC, el 26 de Abril de 2010, como consecuencia de una actuación similar en Estella.
De ruinas y comercios cerrados. De ayuntamientos limpios, insolidarios, déspotas y explotadores.
En nuestra sociedad hay ciertos temas tabú para algunos estratos de población superficial. Por ejemplo, es absolutamente impresentable el hablar, en foros pijos, de algo que tenga que ver con la muerte, con la cárcel, o con desgracias humanas cercanas. En definitiva, nada de nada que no sea buen rollito y ¡a, ja, ja! Así manteniendo esta apariencia de normalidad y con lo feo oculto; es mucho más fácil el mantener una conciencia impía, aun no haciendo nunca nada positivo por absolutamente nadie. En este sentido, diré, que son las apariencias lo que más importa a nuestros estamentos públicos y a sus responsables. Pues con buenas apariencias, que falseen adecuadamente la dramática realidad, eximen sus responsabilidades y cosechan más futuros votos que les perpetúen en sus rentables poltronas –las del Bienestar. Por otra parte, tienen nuestros ayuntamientos –sobretodo- tal dependencia de la clase de trabajadores autónomos y pequeños empresarios, que hasta después de muertos y arruinados pretenden seguir ordeñándolos y sangrándoles hasta la sublimación.
Salta ahora nuestro ayuntamiento de Pamplona, en la persona del Sr. Alcalde, con una nueva normativa: obligar a los propietarios de los comercios urbanos cerrados –por ruina, en la mayoría de los casos- a que mantengan limpias sus fachadas y sancionar, por ende, a aquellos que no se avengan a la medida – Primero informo y luego enseño el palo, como siempre… Estos señores públicos, no han quedado contentos con no hacer nada para ayudar a los comercios tradicionales y urbanos de su ciudad –no tienen otros-, frente a la invasión de grandes comercios foráneos, propiedad de internacionales, lo que ha situado a Navarra como líder en España en m2 de G. Superficie, por habitante. Lo que ha provocado una situación –pese a la crisis- de ruina urbana: Locales que eran la garantía de una digna jubilación de sus ocupantes infravalorados; mas paro, en el peor de los casos, y un considerable descenso en la retribución del puesto de trabajo y la calidad de vida de los empleados de comercio; así como de la de los habitantes de la ciudad – Sres. clientes.
Sin embargo, con esta luminosa medida, pretenden trasladar a la ciudadanía la sensación de que no hubiese pasado nada, limpiando el futuro geto y sin ningún costo suplementario –lo paga el excomerciante.
Una idea, para el Sr. Alcalde: Se podría obligar a estos mismos propietarios de comercios cerrados, además de pagar la contribución religiosamente y mantener los locales perfectamente limpios y en estado de revista con persianitas pintadas con temas alegres de la ciudad, que periódicamente revisara el consistorio con sus funcionarios bien retribuidos-, a permanecer durante las dos horas de mayor concurrencia de publico por las calles de la ciudad, en la puerta de su ex comercio, –por ejemplo: de doce a una, de la mañana y de cinco a seis, de la tarde. Desde donde deberán de saludar a los paseantes tal que así: – ¡Buenos días José! – ¡Hola doña Concha! hay que ver como a crecido la niña… Así se daría una sensación de, casi, absoluta normalidad. Eso si, sin otros comentarios, que podrían considerarse subversivos, como por ejemplo: “¡Hola Margarita! otra cosa era cuando podías comprar aquí, al pie de tu casa, el pan, la carne o las sabanas y no ahora, que por culpa de nuestros políticos, tienes que llamar a tu hijo para que te acerque en su coche a ese lejano cerro donde esta el Híper ¿verdad? “. Esto podrían considerarse injurias contra el “Estatus quo” y ser debidamente penado por la autoridad.
Con esto lo viejo ganaría mucho en elegancia y normalidad.