No es nueva la obsesión editorial que su periódico tiene de vez en cuando con el euskara, la educación en las ikastolas o la ideología nacionalista. En general, considero valioso su punto de vista diferente de la realidad informativa, ajeno a las clientelas periodísticas de la Comunidad Foral. En estos años han publicado muchas informaciones interesantes y polémicas que difícilmente tendrían cabida en otros medios más convencionales.
Ahora bien, eso no quiere decir que uno no discrepe de determinadas opiniones, sobre todo en las que el prisma ideológico pesa excesivamente sobre el análisis cabal de los hechos. Hoy en particular, tengo queja de los comentarios referidos a lo que, simplificando, denomino entorno euskaldun, que no vasquista. Es tradición ya de su medio digital realizar un análisis sesgado sobre las sucesivas ediciones del Nafarroa Oinez, iniciativa del mundo de las ikastolas que se ha convertido en uno de los principales acontecimientos de la cultura del euskara, euskera o vascuence, que tanto me da el nombre, siempre que se respete la esencia de una lengua y una cultura que es joya de los navarros y que debería ser motivo de inmenso orgullo.
No es momento de ponerse a debatir aquí sobre todos los asuntos controvertidos en torno al euskara. Solo voy a incidir en algunos tópicos cuyo tratamiento a menudo me sorprende cuando los leo en Navarra Confidencial.
Me parece pueril mantener inamovible la tesis de que las ikastolas son fábricas de nacionalismo vasco. Evidentemente, muchas personas que llevan a sus hijos a estos centros defienden una ideología nacionalista. Pero también hay muchos padres que no muestran ningún interés por ello. En lo que respecta a las ikastolas navarras, el afán de estos progenitores es que sus hijos se eduquen en una cultura que les absolutamente propia. ¿Qué no es práctico? Quizá, pero sobre todo es libre. Tan libre como si quiero que se formen en un colegio francés o inglés, o que elija el aclamado modelo British (Por cierto, mis cuatro hijos van a la Ikastola San Fermín y se educan en euskara, castellano, inglés y francés). La verdadera educación corre pareja a la libertad y los padres debemos ser bien soberanos a la hora de decidir cómo reciben la formación obligatoria nuestros hijos, de acuerdo con los requisitos de conocimientos y competencias que marca la ley. Como todos pagamos nuestros impuestos, tenemos derecho a recibir el sustento público previsto para la educación en el mínimo que se otorga para el conjunto de la sociedad. Por otra parte, quien opta por un centro concertado es consciente de que la cantidad asignada por alumno no es suficiente, y sabe que tendrá que aportar el resto para asegurar la calidad del modelo que ha elegido. En mi opinión, cuantas más opciones educativas haya, mayor riqueza atesorará la sociedad que las ofrezca.
En segundo lugar, como he apuntado en un párrafo anterior, no entiendo por qué Navarra no va a proteger la enseñanza en una de sus lenguas, que es lengua materna para un número importante de ciudadanos. ¿O es que no conocemos Navarra? Den una vuelta por nuestra tierra y descubran cuántas personas piensan y se comunican en euskara. Y no me hablen se simples porcentajes. Sería lamentable permitir que una cultura milenaria se pierda por ignorancia y partidismo político, máxime cuando todavía hoy muchos ciudadanos deciden libremente, y repito, libremente, conservar y enriquecer el euskara. Nadie pone reparos en invertir el dinero que haga falta para preservar un monumento antiguo. Y sin embargo, se ponen pegas para cuidar un patrimonio inmaterial vivo y único, del que otros muchos países, si lo tuvieran, se sentirían bien orgullosos. Con esto no quiero decir que sea obligatorio que todo el mundo hable euskara. Solo pido que se respete y se aplauda la iniciativa de quienes queremos que siga sobreviviendo al paso de los siglos.
Por último, me gustaría ver que se mencionan los aspectos positivos de un gran acontecimiento como el Nafarroa Oinez. Más allá de politiqueos, pancartas radicales y gritos del tipo «¡Qué vienen los vascos!», me encantaría que Navarra Confidencial hablara del hermoso ejemplo solidario que conlleva. Cientos de personas llevan un año trabajando desinteresadamente para organizar un evento al que acuden libremente, de nuevo libremente (sin autobús ni bocadillo pagado), miles de ciudadanos. Los objetivos no son otros que celebrar la pujanza del euskara y conseguir fondos para acometer nuevos proyectos educativos en la ikastola anfitriona. Así evitamos tener que pedirlo a los contribuyentes, a lo que tendríamos tanto derecho como innumerables entidades sociales que solictan subvenciones para sus causas.
Quien se sienta amenazado por el Nafarroa Oinez tal vez deba pensar que más bien está perseguido por su propia ignorancia. Les invito a visitarnos.
7 respuestas
Mis hijos, pese a nacer en Navarra, no estudiaron en una ikastola, sino en un centro concertado (Colegio Ursulinas, ahora Liceo Monjardín), pero defiendo el derecho de cada padre o madre en decidir la lengua o lenguas vehiculares (no me gusta nada la palabra pero es la que se usa)
Y la educacion no consiste en españolizar, vasquizar, catalanizar o navarrizar a nadie, puesto que la lengua es un instrumento para la transmisión de conocimiento no un fin en sí misma.
Y en Navarra no se puede obviar el Amejoramiento y la consideración del vascuence. Se trata de una cuestión de legalidad y si se usa algún idioma con pretensiones ideológicas se denuncia y ya está. Yo desde luego conocía la educación recibida por mis hijos cuando llegaban a casa.
Ay señor Sotelo. ¡Qué peligro le veo a su artículo! ¿Que las ikastolas no programan a los alumnos en el nacionalismo?¡A ver si los padres de los chavales se lo creen y sacan a todos sus hijos de las ikastolas o piden que les devuelvan el dinero!
Señor Espora: los padres saben o deberían saber que no ceden la educación de sus hijos a la escuela. En cualquier centro educativo y en cualquier profesor hay siempre un prisma ideológico, más o menos «peligroso». Nosotros tenemos la responsabilidad de filtrar las tendencias de unos y otros, aunque luego la libertad de nuestros hijos les lleve a adoptar su propia visión del mundo. Creo que a veces se mitifica el poder la escuela.
Don Carlos
Me alegra leer su escrito. De verdad. Pero ojala fuera verdad. Ojala fuera cierto que las Ikastolas (y el Oinez) no fomentan el Nacionalismo ni educan en una determinada ideología.
Mire. En este vídeo se convoca (por los organizadores) al día del Euskera del 2012 celebrado en Vidangoz http://youtu.be/PXopIagXSCk Supongo que de verlo sobran los comentarios. Basta con llegar al minuto 1.34.
Si mañana Cáritas difunde un vídeo en el que salen practicando Misas Negras yo pensaré que Cáritas no es lo que yo pensaba que era.
Mire. En esta foto del Oinez del domingo pasado http://www.noticiasdenavarra.com/index.php/services/popUpGaleria?id=547916&idContent=1178440&content_class=Photos salen unas esteladas y unas banderas de Terra Lliure, que supongo no habrá que explicarle lo que es ¿verdad?.
Bien, si en mi fiesta de cumpleaños aparecieran unos tipos con unas banderas con la hoz y el martillo yo no estaría demasiado cómodo. Y como era mi fiesta, pues les diría o que guardaran la bandera o que se fueran a su casa.
No me consta que esto ocurriera.
Lo dicho D. Carlos. Ojala usted tuviera razón. Pero me temo que es la excepción que confirma la regla. ¿Qué regla?. Muy sencilla: De esas ikastolas, esos votos.
Pero viva la libertad, por supuesto.
Pero hombre don Carlos, que uno no elige para sus hijos un colegio en que los traumaticen de por vida Pirritx y Porrotx, que hay alternativas. Que lo de juntar Navarra y la CAV en las ikastolas viene hasta en el escudo de la Federación. Que las ikurriñas y los mapas unitarios los hemos visto todos hasta en las cristaleras de las ikastolas pintado por los niños para el Oinez. Otra cosa es que sea muy respetable siempre que los mismos que apoyan a las ikastolas luego respeten a los demás, cosa que este año ha dejado de pasar. Y aún así yo tampoco veo claro que una comunidad tenga que financiar la idea de que debe ser absorbida por otra. Que sea legal, pero que se lo paguen privadamente los interesados.
Queridos amigos, el mundo no es perfecto. En ningún momento he negado que haya nacionalismo en el mundo euskaldun, pero no solo hay nacionalismo. Creo que tengo un conocimiento bastante más profundo que la mayoría sobre este entorno, y les aseguro que se manejan muchos clichés y tópicos que quizá tolero al tertuliano profesional, muy alejado del mundo real porque de tanto opinar no tiene tiempo de pensar ni observar. Pero ustedes lo tienen mucho más cerca. La gente, una gran parte de la gente, no entra en esas cuestiones políticas. Y una cosa es la Euskalherria lingüística y cultural, que aunque sea un concepto moderno tiene su sentido, y otra la Gran Euskadi. Y otra cosa: los radicales de todas las cuerdas destacan siempre, aunque sean minoría.
Vamos a buscar lo que nos une y no lo que nos separa. Vamos a apreciar lo valioso y obviar lo prescindible. Se vive mucho mejor. Un saludo,
La verdad es que lo mejor es dejar que la gente se explaye. Cuanto mas hablan, mas se ahorcan, p.ej. cuando se habla del nacionalismo como «el malo de la pelicula».
Resulta que los que atacan al euskera, las ikastolas, etc. lo hacen desde posiciones extrenas de nacionalismo!!!… español, por supuesto y por tanto, bueno…
Lean el articulo de al lado sobre la Laureada de Navarra y encuentren la paz y concordia que destila, y eso que han pasado unos cuantos años…