Los sindicatos CCOO y UGT han convocado huelga general. Será para el 29 de septiembre. Según nos han dicho, «se ha elegido septiembre porque para esas fechas se estará tramitando la reforma en el Congreso». Si como afirman desde ahora la reforma «es regresiva», resulta difícil entender que esperen más tres meses para convocar la huelga. La lógica me dice que, conociéndose ya el texto, lo normal sería convocar la huelga de inmediato, pero claro, esa huelga sería contra quien ha presentado dicho texto, es decir, contra el gobierno de ZP, y si se espera a septiembre, serán todos los partidos políticos los que con sus enmiendas se retraten, así que la huelga será contra todos menos contra el gobierno de ZP. Como si lo viera. Pero al margen de esos matices, aquí lo esencial es que hemos llegado a los casi 5 millones de parados y los sindicatos no han movido ni una pancarta. Y ahora que están en boca de todos por su inactividad e ineficacia, necesitan justificar su existencia sacándonos a la calle. ¿Con quién han contado para convocar esta huelga?, porque a mí el día 29 de septiembre me viene fatal. ¿Se creen que pueden utilizarnos a los trabajadores en tiempo y forma para su beneficio sindical? Y además, ¿voy a perder el salario de un día de huelga para que unos señores que no verán mermada su nómina se jacten al día siguiente de un supuesto éxito que en ningún caso les correspondería a ellos? Su gran «éxito» es el muchísimo dinero que reciben: CC.OO. 96.183.980,70 euros, y UGT 96.117.804,59 en subvenciones diversas por parte del Gobierno durante 2009. Cuantiosas ayudas de Trabajo por realizar sus actividades: 6.397.610,94 euros para CC.OO. y 6.080.603,57 para UGT. A ellas se añadieron las subvenciones por participar en los órganos consultivos del Ministerio: 1.804.638 para CC.OO. y 1.075.269 para UGT. Sólo Administraciones Públicas repartió entre las organizaciones sindicales 28.908.000 euros para cursos de formación, más de la mitad de lo que ingresaron las comunidades autónomas por el mismo concepto. Pero aparte, les llueven millones desde todas las autonomías. Por ejemplo, la Junta de Andalucía distribuyó subvenciones mediante convenio de colaboración para formación Profesional: 8.002.262,75 para CC.OO. y 8.021.823 para UGT. Subvenciones públicas para planes intersectoriales de formación: 9.850.542,50 para CC.OO. y 9.851.005 para UGT. Y subvenciones públicas para planes sectoriales de formación: 3.421.772,50 para CC.OO. y 3.421.752,50 para UGT. Y a pesar de tantas prebendas, «dos años de desencuentros», nos dicen.
Por mí que se vayan con el megáfono y la pancarta a otra parte.
P.D. Obsérvese que información no me falta, así que absténgase los sindicatos de venir a “informarme” el día de la huelga.
4 respuestas
Estupendo repaso el de la señora Latienda, y más estupendo todavía el desglose de las ingentes cantidades de dinero que perciben. Harían bien en ayudar a reducir el déficit español renunciando a todo ese dinero que ni siquiera ha servido para que se trabajen la negociación de la reforma laboral.
Y a mi el día 29 de septiembre también me viene fatal eso de la huelga.
Bueno, lejos de mí corregir a Chon, que tiene genio… y porque estoy de acuerdo con el 99% de lo que dice. Pero en buena lógica, las cantidades que se pagan a los sindicatos para «planes de formación» (y con todos los peros que quiera Chon) no tienen como destinatarios finales los jerarc.. digo cargos sindicales, sino cursos de formación, que los sindicatos pagan, y en los que se ha formado mucha gente.
Buenos días, spurgus. Si hubiera querido ser demagoga con las cifras, hubiera dado una cantidad global de lo que perciben, por eso he detallado las partidas, para que se visualice qué cantidades se destinan a formación y qué otras van a un saco cuyo destino en gran parte desconocemos. Y como bien dice usted, del tema de la formación habría mucho que hablar.
Un saludo.
A propósito de un artículo del sr.Roselló, “la cultura del suicidio”. Este es mi pequeño homenaje a la gente que no supo cómo enfrentarse a la vida y a todos los que les quisieron y tampoco supieron cómo ayudarles. Pido disculpas si esto puede resultar un desacato, he intentado la vía normal pero no ha sido posible y creo que ellos se lo merecen. Aprovecho que aquí se invoca a Dios y a su misericordia, en el escrito del sr. Roselló, desafortunadamente, no.
La incultura de los despiadados. El suicidio.
Quien más y quien menos ha tenido un caso cercano de ese drama personal y familiar que es un suicidio, bien sea por causa emocional llevada al límite o por enfermedad mental. A veces la soledad es tan inmensa que asfixia, el amor es tan intenso que su ausencia ahoga, a veces la angustia de una familia sin recursos solo deja ver una puerta abierta, a veces el mundo de la droga aboca a la destrucción sin retorno,… unas veces, la voluntad no entiende de la lucha por la supervivencia y otras, están a merced de la ciencia que, todavía, no encuentra ese tratamiento que ayude a los enfermos a llevar una vida más digna. Me quedo atónita ante el tratamiento tan despiadado que se hace de este tema tan doloroso y tan dramático. Uno no se puede erigir en juez de vida y de muerte de los demás y menos haciéndose eco de un Dios. La familia no es la cuna ni de la felicidad, ni de la estabilidad, ni de los principios, todo eso se lo debe ganar uno mismo, esté donde esté y sea cual sea su entorno familiar o social. Ahí tenemos la omnipresente violencia llamada de género que está vinculada siempre a un núcleo familiar, con lo cual, echa por tierra la teoría de la “cultura de la vida”. Me “chirría” el alma cuando se tilda de morboso, egoísta y cobarde a tan desesperado momento. Me “chirría” más cuando se mezcla el hedonismo y el materialismo en un momento en el cual se está íntimamente ligado a los sentimientos y a la espiritualidad, sean de la índole que sean. Creo que la cobardía se viste de largo cuando algunas personas vestidas de religiosidad y de grandilocuentes creencias, satanizan a quien no han sabido qué hacer con sus vidas y en su devaneo mental y emocional toman el camino que ellos creen será el adecuado. La talla moral se mide en muchos momentos y actuaciones, no solo en lo que hace uno con su propia vida, la generosidad y la comprensión son una buena manera de demostrarlo. Las personas que tomaron la drástica decisión de no seguir viviendo, quizá sí se hubieran arrepentido si hubiesen tenido la oportunidad, porque eso es lo que ellos no tendrán nunca, la oportunidad de arrepentirse. Un poco de caridad humana y respeto para los que se van y para los que se quedan. Gracias.