Llama la atención el grado de complicidad del PSOE yel PPen algunos de los temas más importantes que en las últimas semanas ocupan el trabajo ordinario del Congreso de los Diputados. Digo llama la atención porque, en este mismo tiempo, el PSN, en pie de guerra contra UPN en nuestra comunidad, ha decidido ir por libre recuperando su papel de eterno opositor.

Ya al final de la legislatura pasada, el grado de colaboración entre los dos grandes partidos nacionales fue bastante considerable, aunque este hecho no tuviera repercusión apenas en los medios. (De los últimos 20 Reales Decretos-Leyes que impulsó el gobierno de Zapatero, solamente uno contó con el voto en contra del PP. Fue el de mayo de 2010. Lo demás fueron tibias abstenciones no beligerantes. Dejar hacer.)

Esta legislatura ha empezado más o menos como terminó la anterior: desacuerdos sonoros para la galería y complicidades con sordina.

Los desacuerdos alimentan a esa parte del electorado (tan mimado por la izquierda) que sólo consume críticas ácidas contra los demás. Las complicidades vienen impuestas por una realidad terrible que nos obliga a un esfuerzo de contención partidaria, “con la que está cayendo”.

Es obvio que en materias como la reforma laboral o los Presupuestos Generales del Estado, que por sistema la oposición nunca apoya, es muy difícil llegar a grandes acuerdos. Eso en España sigue siendo una quimera. Pero lo cierto es que en otros muchos temas hay acercamientos y reedición de complicidades. Tengo hecha la lista de las votaciones conjuntas delPP y elPSOE, tema a tema, y créanme que el acuerdo se impone. He contado ya más de 35 iniciativas.

En los últimos días, haciendo un poco de memoria, puedo recordar acuerdos entreel PSOEyel PPen temas de lo más variopinto, pero importantes: apoyo (crítico, pero apoyo) a la reestructuración financiera; apoyo político a la negociación enla Cumbre Europea; reforma de ley orgánica de financiación de partidos políticos; proyecto de Ley de Mediación en asuntos civiles y mercantiles; proyecto de Ley de contratos de aprovechamiento por turno de bienes de uso turístico, de adquisición de productos vacacionales de larga duración, de reventa y de intercambio y normas tributarias, el mecanismo de financiación del pago a proveedores, …

Por eso creer que “hacer oposición” deba ser siempre, y por sistema, oponerse a todo; buscar motivos para no llegar acuerdos; insultar al que tiene la responsabilidad de gobernar; colgarse de cualquier pancarta; aliarse con cualquiera; abrazar la demagogia; travestirse de fanático; vivir del titular, etc  resulta un error mayúsculo.

En Navarra, esta obsesión por oponerse a todo, la padecemos con los batasunillos desde hace mucho tiempo. Casi forma parte del paisaje. Pero se soporta. Ver, en cambio, al PSN queriendo competir con ellos en ver quien consigue bloquear más las instituciones de Navarra,  resulta, y lo digo tristeza, descorazonador.

Ni responde a cómo se está comportandoel PSOEa nivel nacional, ni tiene explicación racional, ni ideológica, ni es una apuesta creíble, ni es una actitud coherente, y mucho menos responsable.

Y lo más increíble es que creen que actuar así les da votos.