Con las elecciones generales del 23 de julio a la vuelta de la esquina los líderes políticos de las diferentes formaciones aprovechan al máximo sus actos públicos para exponer sus propuestas, con el objetivo de atraer y convencer al mayor número de votantes. Una de esas propuestas, anunciada por Alberto Núñez Feijóo, líder de los populares, es la introducción en nuestro país del sistema de indemnización por despido conocido como “La mochila austriaca”.
Este sistema se basa en la eliminación de las indemnizaciones por despido en el momento en el que se acuerda el final de la relación laboral entre el trabajador y el empleador, para en su lugar, hacer que la empresa aporte una mensualidad en función del salario que tenga el trabajador (un porcentaje del salario bruto del trabajador) a una cuenta de ahorro a nombre del empleado. Por lo que el trabajador acumularía una cuantía mayor o menor en función del tiempo que este haya estado trabajando en la empresa, cuantía de la que podría disponer una vez deje la empresa, ya que son de su propiedad y cumpliría la misma función que la indemnización. En resumen, la empresa se encarga de ir pagando la indemnización por despido de forma mensual.
Pero lo más interesante de esta medida es que la cuantía acumulada por el trabajador es propiedad del trabajador, por lo que no se pierde si el trabajador es contratado por otra empresa, es decir, si el trabajador acumula diferentes contratos laborales sin estar en el paro, mantendría toda la cuantía acumulada. Por lo que la “mochila” se puede definir como un extra salarial que el trabajador acumula y del que dispone al final de su vida laboral, si no lo ha utilizado antes (complemento a su pensión).
Esta medida fue propuesta también por el Banco de España en 2021, sin embargo, en nuestro país este modelo viene proponiéndose desde hace más tiempo, políticos tanto del PP como del PSOE la han defendido en algún momento de los últimos años. José Luis Rodríguez Zapatero en 2010 abordó la posible «constitución de un Fondo de capitalización para los trabajadores, mantenido a lo largo de su vida laboral, por una cantidad equivalente a un número de días de salario por año de servicio a determinar». Mariano Rajoy incluyó esta medida en su programa político de las elecciones de 2015, pero no la llegó a poner en marcha, y Pedro Sánchez, en 2019, la incluyó en su Agenda del Cambio, pero su pacto con Podemos provocó que no se aplicara.
¿Por qué es tan necesaria esta medida en nuestro país?
La economía española destaca por tener un mercado laboral muy rígido, además de una gran dualidad, es decir, diferencia entre los trabajadores temporales e indefinidos, lo cual hace que estos últimos sean siempre los más beneficiados, provocando que las empresas españolas tengan menores datos de productividad, ya que se premia el tiempo que el trabajador ha pasado en la empresa y no el rendimiento de este.
Mediante la introducción del sistema de “mochila austriaca”, la dualidad se vería eliminada, ya que no habría diferencias (hablando en costes empresariales) entre despedir a un trabajador temporal o indefinido, a causa de que la indemnización ha sido pagada por la empresa de forma mensual con antelación, lo que llevaría a una mayor productividad de las empresas españolas, haciendo que estas despidan a los trabajadores en función de su rendimiento y no en función a las diferencias en los costes de despido.
Esta mejora de la productividad empresarial sería clave para mejorar la economía española, ya que España en la actualidad (datos a cierre de 2021) tiene una productividad que se sitúa en 93 puntos sobre los 100 que supone la media de la UE y lejos de los 104,7 puntos del promedio de la eurozona, hecho que provoca que el PIB per cápita español sea menor que el de nuestros vecinos europeos.
Con este sistema también se añade flexibilidad al mercado laboral, haciendo que los trabajadores puedan moverse de una empresa a otra sin miedo a perder la indemnización por renunciar a su trabajo, hecho que en España conlleva la perdida al derecho de recibir la prestación por desempleo, así como al derecho de indemnización. Con la mochila austriaca se fomenta que los trabajadores puedan moverse de una empresa a otra en función de diferentes mejoras en sus contratos, mejorando así las condiciones laborales de los trabajadores, a los cuales también se les fomenta a estar en continua formación, adquiriendo de esta forma nuevas habilidades que les permitan diferenciarse del resto, lo que les ayudaría a encontrar mejores puestos de trabajo con mejores condiciones laborales gracias al dinamismo del mercado laboral.
Este sistema, además, provocaría una reducción del desempleo en nuestro país, dato que en el primer trimestre de 2023 se sitúa en un 13,26% según el INE, muy superior a la media europea que toma un valor de 6,5%. Esta medida supondría un incentivo para obtener trabajo por parte del trabajador, ya que este hecho haría aumentar su “mochila” en lugar de reducirla como sucedería si estuviera en paro, ya que se vería obligado a usarla para sustentar sus gastos. Este incentivo a trabajar ayudaría a disminuir las cifras de desempleo en nuestro país, las cuales en los últimos años se han mantenido por encima de la media europea, haciendo que España presente cifras de desempleo estructural muy elevadas en comparación a nuestros vecinos europeos.
Además, la mochila austriaca permite usar la cuantía acumulada en la cuenta de ahorro como complemento de la jubilación, lo que ayudaría a mejorar las pensiones recibidas por los pensionistas españoles. El problema del mantenimiento del actual sistema de pensiones es de gran importancia, ya que en el futuro el mantenimiento de este sistema está en riesgo a causa de diferentes motivos como puede ser el cambio en la composición demográfica de nuestro país hacia una pirámide invertida, por lo que permitir aumentar la cuantía percibida de los pensionistas mediante este sistema (mochila austriaca) sería una ayuda al mantenimiento del actual sistema de pensiones, así como a evitar la pérdida de poder adquisitivo de muchos pensionistas.
Sin embargo, este sistema también tendría connotaciones negativas en nuestra economía como es el incremento de los costes laborales, hecho que no sería muy ventajoso, sobre todo en la situación actual, ya que las empresas están viviendo una inflación de costes, lo que haría que el mayor aumento de los costes laborales de las empresas españolas las llevara a reducir su competitividad respecto a las empresas extranjeras. Por ello, para evitar este hecho, el aumento de los costes laborales debería ser compensado con la reducción de otros costes empresariales, como podrían ser las cotizaciones a la seguridad social por parte de la empresa.
En conclusión, la medida planteada por los populares ayudaría a mejorar diferentes aspectos de las economía española, ayudando a eliminar la rigidez del mercado laboral, mejorando la productividad de nuestras empresas y reduciendo la tasa de desempleo en nuestro país, así como también ofrecería mayor libertad a los trabajadores que no dependerían de forma total del Estado en su periodo como pensionistas, y de la misma forma podrían cambiar de trabajo con mayor facilidad, incentivando la formación de los propios trabajadores que buscarían trabajos con mayor formación y retribución. No debemos olvidar que el sostenimiento de la economía nacional depende del sector privado, por lo que ayudar a este, e incentivar al mismo mediante la creación de sistemas eficientes, debe ser la prioridad de cualquier gobierno cuyo objetivo sea alcanzar un mayor crecimiento económico, que conllevaría una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos españoles.
Un comentario
Sí, por favor. Y no sólo mochila austríaca, también final definitivo de cualquier subvención a los Trivagos habituales, ni sindicatos ni CEOEs ni mandangas. Además eliminación de la figura del liberado sindical a costa de los demás, que los sindicatos se paguen lo suyo. Y como en cualquier elección, lógicamente habrá horas libres para interventores y similares, nada más. Ya está bien que la izquierda tenga organizaciones políticas como son LAB, CCOO y UGT constantemente lubricadas y entrenadas con dinero público.