Existe un aforismo en Derecho que dice: in claris non fit interpretatio, es decir, lo evidente no necesita explicación. Y de hecho, en algunas ocasiones, no es de buen gusto.
Un claro ejemplo lo encontramos en la condena de lo ocurrido en San Fermín Chiquito. El viernes por la noche, el suelo de la calle Navarrería fue empapelado con panfletos de “Gora Borroka” y “ETA”. El sábado por la noche, concretamente a las 4:45 horas de la madrugada, dos agentes de la Policía Municipal fueron heridos durante la detención de un joven que fue sorprendido haciendo pintadas a favor de ETA en una de las puertas de acceso del Ayuntamiento. ¿Y qué hacemos los políticos y la sociedad navarra? Lo condenamos. Rechazamos las pintadas, manifestamos el descontento de la ciudadanía… Pero una y otra vez vuelve a suceder.
Unos ofenden las tradiciones y otros condenan, pero no se soluciona. Desde el Partido Popular preferimos hablar claro a la ciudadanía: los de siempre intentan con sus actos usurparnos el estilo de vida de los navarros, nuestras fiestas y nuestras tradiciones. Debemos ser conscientes y tomar medidas serias porque, de lo contrario, la sociedad caerá en la indolencia. Se pasará frente a las pintadas y sobre los panfletos a favor de ETA con apatía. En muchos casos ya sucede y, no lo duden, irá a más.
Estamos acostumbrados a leer en la presa navarra grandes titulares sobre la alta participación y alegría de los ciudadanos en las fiestas tradicionales. Ondean banderas, hay cantos y jotas, y todo ello son gestos expresivos del estruendo de una sociedad alegre, receptiva y bulliciosa. En nota aparte suelen también figurar los desmanes y atropellos producidos por sectores manejados para convertir una fiesta regional en un regionalismo sin fiesta, amargo, trepidante y mal sonante.
Una muestra cercana la tenemos en el reciente San Fermín Chiquito. Basta leer la noticia de la gran concentración de personas unidas en la celebración y en la nota pequeña la condena de las pintadas de enaltecimiento del terrorismo y las agresiones a los agentes de Policía.
En la fiesta estaban representados todos los hitos de lo que es una tradición inveterada, los niños, los danzaris, los gigantes, etc., la cabeza y el corazón de los ciudadanos participando de un nuevo homenaje al patrono. La segunda lectura de la letra pequeña es amarga y ramplona, un intento de subrogar el conjunto de la fiesta y la participación por una minoría política cuya ideología les impide estar de acuerdo con esas tradiciones y con la forma de vivir de los navarros.
Los trabajadores del orden son ofendidos, maltratados, agredidos y lesionados. La política enturbia la fiesta, mancha la calle y el propio Ayuntamiento. ¿Y quiénes son? ¿Son la mayoría? No. Los aguafiestas son los mismos de siempre y no son quienes celebran la fiesta, digan lo que digan. Buscan manipularla y destrozarla hasta acabar con ella, pues no es más que una excusa para acabar con la tradición, la tradición y la identidad navarra.
* El autor es concejal portavoz del PPN en el ayto. de Pamplona
5 respuestas
Directriz del manual de actividades leninista: «Toda manifestación popular, que no la podamos manejar, hay que procurar eliminarla».
El precio de la libertad de Navarra,de nuestra libertad,es la ETERNA vigilancia,»al cáncer Nazionalista «
No hay que darles el más mínimo margen a la extrema izquierda ni al nazionalismo. Salvo que nos queramos suicidar.
Este artículo nos recuerda que «cuya ideología les impide estar de acuerdo con esas tradiciones y con la forma de vivir de los navarros». Entonces, habrá que luchar contra esa «ideología».
Nuestros políticos siguen haciéndonos creer que han ganado la batalla a ETA. ETA es la única que no ha cambiado en 50 años. Y en las Vascongadas y en Navarra sigue la intimidación ante la amenaza y la chulería de los etarras en la calle. No basta con (1) la lucha policial; (2) ni con las manifestaciones y otras «condenas sociales»; (3) ni con las negociaciones encubiertas del Gobierno que consiente en negociar Navarra.
Necesitamos la 4ª vía: luchar contra y desprestigiar las tesis separatistas vascas (su «ideología») que hoy atraen a la juventud desde las ikastolas y crean una cantera interminable de adeptos a ETA, formando una serpiente de mil cabezas. Sin la 4ª vía la juventud seguirá mostrando su chuleria y «prestigio» por estar en ETA. Basagoiti ya ha apuntado que «hemos derrotado las pistolas, vamos a ganar la parte de las ideas a los totalitarios». Ese es un buen camino: derrotar las ideas. http://www.lebrelblanco.com/articulos
Carlos Sánchez-Marco tiene razón una vez más. Esa cuarta vía será la que erradique de la sociedad el germen nazionalista. El problema es que a día de hoy y mirando sólo a Navarra (porque si hablamos del Gobierno de España sería para sacar los colores a José María Nuñez) el Gobierno de UPN NUNCA ha dado muestras de tener una estrategia en ése aspecto. Las ikastolas tienen materiales que Educación permite. Muchos IES públicos tienen materiales que Educación permite. La Upna es intocable en ése aspecto. Y suma y sigue.
Tenemos lugares de interés turístico que deberían ser baluartes en la defensa cultural e identitaria de Navarra y son desaprovechados hasta lo absurdo. Desde Roncesvalles hasta Tudela y desde Sangüesa hasta Estella cualquier turista que venga a Navarra se encuentra un patrimonio impresionante absolutamente desaprovechado en la defensa de la identidad del Reino. Todavía recuerdo aquella exposición de Médicus Mundi (con todo mi respeto hacia Medicus Mundi) que estaba alrededor de la tumba de Sancho el Fuerte en La Colegiata. Pues ése ejemplo muestra el tipo de estrategia que UPN tiene respecto a ésa cuarta vía que indica Carlos Sánchez-Marco: ninguna.
Para echarse a llorar.