Entendiendo la Confederación

Sorprende ver que en Polonia exista una alianza entre libertarios y nacionalistas dentro de la Confederación de Libertad e Independencia (Konfederacja Wolność i Niepodległość). La coalición se formó principalmente por los nacionalistas y militaristas del National Movement, los libertarios de KORWiN (renombrado como New Hope) y los tradicionalistas y monárquicos de Confederation of the Polish Crown. En las elecciones de 2019 obtuvieron un 6,81% de los votos y entraron sorprendentemente en el parlamento polaco, obteniendo la mayoría de su apoyo en el mundo rural. Pero parece que el movimiento no se va a quedar ahí en las elecciones de 2023. Las encuestas indican que van a revalidar o mejorar el sorprendente 19,7% del voto en la franja de edad entre 18 y 29 años que obtuvieron en 2019, pudiendo llegar hasta las dos cifras en el voto general.

Lo interesante de la Confederación, en comparación con otros grupos de derecha nacionalista como Mi Hazánk en Hungría o Reconquête de Eric Zemmour en Francia, es que tiene un marcado carácter libertario y han conseguido hacer ver a los jóvenes polacos que las políticas socialistas del PiS no crean riqueza y el Estado no favorece la sociedad tradicional, sino que la destruye. Los puntos principales de su programa son: abolir el impuesto a la renta, hacer la seguridad social opcional, reducir el gasto público, permitir la energía nuclear, oponerse a los programas de refugiados y climáticos de la UE, crear un sistema de cheque escolar, permitir a los polacos el uso de armas, recuperar la pena de muerte, eliminar licencias para el comercio o proteger la vida humana desde la concepción.

La Confederación también rechaza el Tratado de Lisboa y, especialmente el partido New Hope, quiere un gobierno basado en el principio de subsidiariedad, que respete la propiedad privada de los ciudadanos y los frutos de su trabajo. Como contrarrevolucionarios que son también denuncian el marxismo cultural, la ideología de género, el movimiento LGTB o la invasión de “refugiados” en edad militar que se niegan a aceptar las bases de la civilización cristiana. El carácter de su discurso es nativista, quieren fomentar la natalidad de polacos, se oponen al gran reemplazo y argumentan correctamente que la base de la Cristiandad está en la familia.

Queda averiguar por qué existe esa alianza en Polonia, que es similar a la que existe en EEUU dentro del Partido Republicano con figuras libertarias como Rand Paul o Thomas Massie. La diferencia entre Europa y EEUU es que los segundos tienen una fuerte tradición libertaria detrás en donde gran parte de la sociedad entiende que el gobierno no les tiene que solucionar sus problemas. Según Korwin-Mikke, fundador de New Hope, en EEUU un 25% de los americanos aman la libertad mientras que en Europa solo un 5%. Por tanto, es curioso que Polonia sea el único lugar de Europa (quitando facciones del ya extinto UKIP) donde tenga representación una extrema derecha a favor tanto del libre mercado como de la tradición y de la civilización cristiana.

Seguramente se deba a que el partido del gobierno, el PiS, es profundamente intervencionista y socialista, pese a defender un discurso conservador y anti-izquierdista. El Estado polaco es excesivamente grande y burocrático, fomentando una clase baja dependiente de las transferencias de renta de las clases medias. Además, debido a las regulaciones las grandes empresas se alían con el Estado fomentando el corporativismo y destrozando la libertad empresarial. El líder de la Confederación, Bosak, dijo: “el capitalismo sin bancarrota es como el cristianismo sin el infierno”. Los granjeros se han dado cuenta de que las regulaciones climáticas (que no está evitando el PiS) que provienen de la UE les perjudican y ni el proteccionismo ni el socialismo les va a ayudar a largo plazo.

Muchos jóvenes polacos han entendido que no es el capitalismo el que les impide prosperar y montar una familia, sino el sometimiento al Estado, con lo que conlleva: esclavitud en forma de impuestos, cortoplacismo mediante la imposición de una moneda inflacionaria y degeneración moral debido al positivismo jurídico y élites corruptas. Estos jóvenes han entendido también que los fundamentos económicos del gobierno polaco y del socialismo que sufrieron sus familiares son los mismos, solo que en menor medida al existir cierto mercado. Korwin-Mikke, otro de sus líderes, ha argumentado en diversas ocasiones que la democracia es la forma de gobierno más estúpida y, como dice el autor libertario Hans-Hermann Hoppe: “la democracia no tiene nada que ver con la libertad, es una variante suave del comunismo”.

Las causas de esta sorprendente alianza son las ya mencionadas. Es evidente que los libertarios no debemos aceptar discursos de nacionalistas profundamente socialistas e intervencionistas, sino que debemos hacer que los nacionalistas acepten el libre mercado y el capitalismo bien entendido, como ocurre en Polonia. Compartimos muchos valores, como que la sociedad debe ser orgánica y cualquier injerencia externa solo sirve para deteriorarla. Mientras exista el Estado tal y como lo conocemos es un deber frenar a los globalistas. Pero eso solo es una solución temporal debido a que el poder corrompe y es el mercado en un orden natural el que puede eliminar selectivamente todo el parasitismo que hay en la sociedad. Si algún tipo de asociación se vuelve peligrosa y degenerada, los individuos son libres para abandonarla.

El otro punto en común es la radical intolerancia frente al socialismo y al comunismo, también por supuesto frente al marxismo cultural. Esto hace que en muchos círculos y manifestaciones se mezclen libertarios y nacionalistas debido a su oposición a cualquier clase de izquierdismo. Los libertarios coherentes también compartimos la necesidad de la limitación de la inmigración masiva, que crea conflictos entre nacionales y extranjeros con diferentes culturas y destruye los valores que hacen posible el respeto a la propiedad privada y, por tanto, próspera a la comunidad.

Polonia es un buen ejemplo de los frutos de esta alianza entre libertarios y nacionalistas. Todos los movimientos nacionalistas europeos deberían aprender de la Confederación polaca para enfocar correctamente la reacción contras las élites actuales. Además, determinados políticos de la Confederación han hecho una gran labor por la libertad, como Korwin-Mikke enfrentándose varias veces a los burócratas del parlamento europeo, que bautizó como “la casa del terror”, o Grzegorz Braun contra la vacunación y las medidas totalitarias con la excusa del supuesto Covid-19. Seguiremos de cerca las elecciones de 2023 y el futuro de la Confederación.

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