Con pocas ganas y mucha paciencia, he leído en el pasado y caluroso julio el libelo «El corralito foral». La verdad es que lo esperaba sectario y espeso, pero la realidad ha superado mis peores expectativas.
Analiza la realidad navarra desde la perspectiva de la izquierda abertzale, unida a la visión «podemita» de una denostada Transición democrática. Tiene todo su derecho, pero lo hace con una falta de rigurosidad notable. Cita nombres y nombres, a lo largo de más de 300 paginas que articula con anecdotarios que unas veces vienen a cuento y otras no. Para atizar sin piedad a su estereotipo preferido, el de un navarro con orígenes fachas, o “pecadores” según su propio estereotipo.
Para él “el navarrismo” lo integran todos aquellos navarros, que él se ha encargado de rastrear hasta terminar por encontrar unos antecedentes en la guerra civil del lado de los sublevados, luego intenta argumentar que gracias a ella se enriquecieron, y siempre presenta a numerosos personajes y sus familiares como arrebatados en todo momento por su obsesión por enriquecerse, aun a costa de cualquier credo o paisanaje.
Resume en dos líneas la mayor parte de la veces, dilatadas trayectorias empresariales, indica el año en que nacen tal comercio o empresa, apenas dice nada de los tiempos en que se desarrollan y luego dice cuando las vendieron. Sin ningún tipo de explicación, sin ningún análisis del contexto económico, en la mayor parte de las veces. En dos trazos gordos intenta desmontar la honestidad de multitud de buena gente, solamente por su desencuentro ideológico, para ello utiliza torticeramente unas informaciones muy sesgadas.
Claro que para Iván Giménez, todo se reduce a una película de buenos y malos: los navarristas / franquistas, los navarristas / socialistas, la banca o el Opus, con especial inquina contra del Burgo, etc., siempre están en el lado de la opresión, con todo tipo de cadáveres en el armario, ellos son los malos, y todos los de enfrente los más izquierdistas y todos los nacionalistas vascos, son los buenos. Pienso que en algunos casos, hay motivos claros para ejercer por los “denunciados” una justificada querella judicial contra el autor del libelo.
Por su visión idealista y torpeza intelectual, el autor desconoce como toda sociedad democrática está sustentada en un aparato de estado. En ninguna sociedad se puede impedir que aparezcan grupos oligárquicos que necesariamente se incrustan en dicho aparato de estado con intención de utilizarlo en su propio beneficio y que solamente una (mas menos) separación de poderes, o un imperfecto equilibrio de dichos poderes, unidos a la necesaria existencia de contrapesos y de órganos de control posibilitan que se puedan paliar la influencia cierta de los poderes oligárquicos, aunque sólo sea en cierta medida. Pero que aún a pesar de la influencia de los poderes oligárquicos –en todo Occidente- siguen siendo las democracias occidentales los regímenes mejores para vivir.
No olvidemos que este libelo pretende dar tintes de rigurosidad a mucha media verdad y a mucha mentira, con lo que su resultado es un mal panfleto, que rezuma odio e incomprensión de la realidad navarra. Por supuesto que no dice ni mu de los nacionalistas vascos pudientes. El autor en esto es intencionadamente olvidadizo, no encontramos ningún rastro del productor de patxaran de Viana, o del dueño del Noticias, etc. Eso sí, para aparentar seriedad y dar solvencia al texto se adorna de abundantes citas de Rafael Chirbes, de Tony Judt, de Ada Colao, etc.
El libro está terminado antes del 24M y ya con el nuevo Gobierno abertzale en Navarra, aupado gracias a la crisis económica y al apoyo de Podemos, tenemos un nuevo escenario donde han ganado los buenos, según el Sr. Iván Giménez. Vemos como ahora si que se desvanecen gran parte de las tesis sustentadas en el libro. No convienen olvidar que si se analizara de la misma manera la sociedad en Guipúzcoa o en Huelva, las cosas no serían tan distintas a las de Navarra. En todos los sitios hay gentes y familias influyentes o bien posicionadas económicamente, que con el transcurso del tiempo entran en declive, y aparecen otras nuevas con más brios. ¡Menos lobos señores antinavarros!
3 respuestas
Ahora que ha metido los panfletos Gara y Berria en las Bibliotecas, mancilladas y utilizadas así para el mal, poco les va a costar y mucho les dará a ganar, meter todo tipo de libelos y meineskampfs varios también en ellas, a modo de ultraje final. Ya solo faltan las hogueras con los libros que no cumplan la Norma Racial Nazionalista.
Me ha sorprendido al leer el artículo del sr.Guelbenzu que en el libro que comenta se hagan citas de Ada Colau. Conozco lo escrito por Chirbes y por supuesto al británico Judt , pero desconocía la influencia intelectual de los libros escritos por dicha señora, hasta el punto de ser citada. En fin , que sorpresa , una intelectual que yo no había descubierto.
Me gustaría leer alguna vez un estudio sobre la oligarquía económica separatista , de la realidad de las provincias vascongadas y en menor medida de Navarra, incluso de sus ramificaciones y conexiones en otros lugares. No habrá que partir de la época de nuestra guerra civil , hay que comenzar unos años antes , por ejemplo en la guerra mundial de 1914 y tal vez nos sorprenderíamos que corrales se formaron desde ese año y siguientes, sobre todo en las tierras de entrerrios , desde el Nervión y más al este hasta el Bidasoa y no necesariamente por vascongados o familias leales como siempre a la causa de España.
Respecto al comentario del sr.Ciudadano Caña, pues empieza el futuro que les espera a los navarros, ya se sabe lo del Evangelio “por sus frutos los conocereís “, así que cualquier cosa hasta conseguir la Euscalerría del no lugar, la historia que nunca existió o que se olvide lo que es , ha sido y lo que ha significado pongamos por ejemplo la muy noble y muy leal ciudad de Tudela en el reino de Navarra e incluso antes de formar parte del mismo.
“El Corralito foral” personalmente me parece un libro de contenidos deplorables, aunque autor y editor pudieran enorgullecerse de que unos u otros digan eso. Hoy día, el cinismo y la manipulación ideológica campan a sus anchas. Es un libro que ARREMETE contra los que no considera amigos suyos. Sus apriorismos son elocuentes, y su mala baba también.
Por otra parte, se sabe que el editor ha HURTADO una fotografían que no es suya. Leo en el trabajo titulado “Amigos del monumento de ‘Navarra a sus muertos en la Cruzada’. Informe-llamada a los navarros y el resto de españoles. Año 2015”, el 24-VIII-2015, 21 pp., lo siguiente:
“(Imagen) La mejor fotografía que se ha realizado del conjunto de la cúpula del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Es propiedad de José Fermín Garralda (2011). Pido a los editores de «El corralito foral» (2015) de Iván Giménez que no hurten esta fotografía al utilizarla sin permiso. Es decir, la fotografía de la pág. 59 del libro con ese título, ha sido tomada directamente de la entrada del Blog elirrintzi.blogspot.com del 19-VII-2012, donde se advierte que la imagen es de JFG2011. Además, dicha imagen fue difícil de realizar; el trabajo y plusvalía no es suyo”.
Vale pues. La fotografía es de una buena parte del maravilloso fresco de la cúpula del Monumento de “Navarra a sus muertos en la Cruzada”, pintado por extraordinario pinto valenciano Ramón Stolz Viciano (1903-1958). Los TALIBANES de hoy arremeten contra monumentos, criptas, hermandades como la de los Caballeros de la Cruz, enterramientos como la cripta de dicho monumento, memorias, imágenes, esculturas (de nuevo los dos escudos del portal de Zumalacárregui están manchados con bombas de tinta roja). TALIBANES de la pluma, TALIBANES de eso y TALIBANES de lo otro.