La coyuntura económica que sufrimos hace que muchas madres de familia, muchas amas de casa, hayan incrementado las colas del INEM para buscar recursos que las familias están necesitando.
La gran paradoja es que estas mujeres, trabajadoras en sus hogares, que cuidan de sus hijos desde el momento de su concepción, no se preocupan de si su atención y su cariño es «asistencial» o «educativo». Estos son términos que se utilizan cuando se habla del trabajo en guarderías o escuelas infantiles… pero esto no entra en el lenguaje de la maternidad o de la filiación.
Estas mujeres que además atienden a sus ancianos, dependientes y discapacitados hasta el final de sus vidas, con inmenso cariño esfuerzo y dedicación, son habitualmente consideradas inactivas, no cotizantes e incluso !paradas!. Ellas siguen trabajando sin pensar si lo hacen en turno de día, de tarde, de noche etc…. lo hacen a todas horas y poco les importan las teorias sobre horarios racionales, reducciones de jornadas, las leyes de dependencia, de igualdad o las bobadas de discriminaciones positivas o negativas.
Cada 8 de Marzo comprobamos que las mujeres siguen siendo penalizadas por ejercer su libertad de trabajar con sus seres queridos, cada vez más empobrecidas y ninguneadas, a ellas no les alcanza ni pensión ni vacaciones ni apenas derechos. Dios nos libre de que se pongan todas al servicio del INEM porque ellas son realmente el fundamento del Estado del Bienser y por supuesto del Estado de Bienestar aunque hoy sigan siendo invisibles en la mayoría de medios de comunicación y en la mayoría de los programas de los partidos políticos.