Que la cosa esta muy mal para las empresas y sus negocios, lo sabemos todos. Cuesta encontrar alguna actividad, de las que van quedando, en la que sus propietarios estén satisfechos de sus inversiones; de su trabajo y de sus beneficios. Como cuesta encontrar negocios y actividades comerciales que rezumen salud en forma de abundante gasto publicitario y de promoción –que tiempos aquellos que, por comprar unos calcetines, “Alonso” te regalaba una lata de melocotón o te daba dos por uno. Con la que esta cayendo, la máxima en el mundo comercial es: “Gastar poco”
Pero estos días atrás saltó a la vista, en toda Navarra y en toda España, algo extraordinario que si debe de ser un gran negocio, a juzgar por el gasto publicitario y de promoción que conlleva. Un negocio que si alardea de una gran salud, con unos ejecutivos y propietarios fotografiados con unas caras de felicidad difíciles de encontrar, es estos tiempos, en ningún otro empresario español; y con unas armas publicitarias, en fin, inmejorables : Folletos a miles, para dar en mano y mandados por correo; cartelería de interior y exterior, a todo color, y con los mejores soportes; vallas publicitarias gigantes; grandes retratos en las principales calles de nuestras ciudades; estudios de marketing; estudios de slogans comerciales; convenciones comerciales con excelentes preparados en imagen y cuidadosos trabajos de comunicación de masas: presentaciones en inmejorables instalaciones y audiovisuales de gran calidad.
También, comidas, hoteles y viajes, con todos los gastos pagados, para sus directivos. En fin, un gasto de millones, ¡oiga! Que por lo visto los bancos no tienen la minima pega en financiar. ¡Claro! Que conociendo como esta el percal del asunto bancario es de suponer que detrás habrá dinero abundante con el que avalar semejantes inversiones publicitarias.
En un país con cinco millones de parados, y con mas de 200.000 empresas cerradas en dos años y un montón mas en proceso -concurso de acreedores; donde todos los días se niegan créditos a tutiplé a las diferentes empresas, autónomos y ciudadanos, el negocio, en cuestión, resulta sorprendente ¿A que si? ¿…A que pinta bien el susodicho negocio? ¿…A que se mueren por saber que negocio es y que es lo que vende? …. ¡Pues no te digo nada!; cuando les diga que sus propietarios –los del negocio en cuestión- son tan queridos y respetados que hasta los bancos les suelen perdonar las deudas contraídas. ¿…A que les parece alucinante?
… Pero en esto de los negocios no es bueno desvelar los pormenores ¡que nunca se sabe….! Así es que, por ahora ¡lo siento!, pero me guardare el secreto.
