El problema es que no saben cómo se para esto. ¿Podría haber hecho otra cosa el Gobierno subvencionador y premiador de Navarra respecto al ruinoso invento de ¡Uh! -qué susto- arte? Pues claro que sí. Pero cualquier otra decisión que no fuera apoquinar (con nuestro dinero) un milloncejo de euros hubiera levantado una polvareda mediática muy incómoda en tanto que la generosidad (con dinero ajeno) resulta siempre mucho más cómoda y vistosa. Imaginen que hubiera dicho don Corpas: «¡Hasta aquí hemos llegado: no hay dinero para chorradas!». Inmediatamente hubiera salido un grupo de afectados y afectadas muy afectados y muy afectadas. Hubieran dicho que el Gobierno es enemigo de la cultura, y del arte, y de Huarte. ¿Qué político es capaz de dormir después de oir tamaño reproche? Antes pagar que morir políticamente. Eso es lo que creo que pasa y me parece que no podemos sino ser muy comprensivos con los gestores de la res publica. Ellos quisieran enderezar el rumbo loco que llevamos hacia un futuro de austeridad sostenible. Pero es que este sistema es insostenible. Incluso para este rico y próspero reyno de Navarra; y especialmente desde que aquel bonito lema del «Benedictus Dominus Deus meus» fuera sustituido por éste otro no menos primoroso que dice: «Todos queremos más».
Jerónimo Erro