Los señoritos no entienden de flexibilidad. Están acartonados. O se tiran a lo grande, por todo lo alto, con chulería, endeudando hasta al último tataranieto, o se encogen y desaparecen frustrados, sin una miserable inauguración que llevarse a la boca. ¡Qué va a ser de nosotros!, piensan, mientras mengua el presupuesto, crece la deuda, y se subleva la masa ingente de los clones estatales.
Veamos qué pasa con el llamado «museo de los sanfermines», por ejemplo. Yo antes estaba radicalmente en contra del mismo. Ahora que el ayuntamiento recula empiezo a estar a favor, mira por donde, pero con un matiz importante porque considero que podría hacerse -o completarse- bien barato. De hecho el museo ya existe: son las mismas calles de Pamplona recorriendo las cuales un turista puede hacerse una buena idea de la fiesta si es que llega por acá cuando no hay follón: una visita al Santo en su capilla, una foto junto al monumento del encierro, una visita a la comparsa de gigantes y cabezudos como por cierto ya realizan los escolares, una pequeña exposición pedagógica que se podría montar fácilmente en cualquier edificio de titularidad estatal… Tal vez en el mismo Museo de Navarra, que como todos los museos públicos tiene más vigilantes que mirones. Si no se hace, en fin, algo así, sencillo y sin alharacas es porque no se sabe. Porque hay una cosa que se llama megalomanía. O a lo mejor es solo pamplonesismo del más castizo. Porque hay que reconocer una cosa a los promotores geniales del museo cercenado: que la broma es típicamente sanferminera: eso de gastarse más de veinte millones de golpe (a los que habrá que sumar las pérdidas) para mostrar una fiesta sencilla y popular que cuesta diez veces menos tiene guasa. Es una sinfundamentada de marca mayor.
3 respuestas
Cuanto mayor es el presupuesto mayor es la comisión y el botín. Reduzcamos el presupuesto de lo que no sea necesario. Sistema Cospedal de Adelgazamiento ya.
Muy bien planteado.
Mi respetado D. Jerónimo.
Vuelvo a estar de acuerdo con Ud.. Lo malo del estado es que invierte como un nuevo rico, a lo tonto. Que sea grande, con mucho dorau y que se vea…
Si alguien quiere hacer un «Museo» que se le facilte el trabajo en forma de cesiones de terrenos, exención de licencias y costes, y cesión de colecciones, apoyo promocional desde turismo, etc… pero cuanto menos dinero público mejor. El dinero publico, para obras públicas que solo puedde hacer el sector público. Para el resto.. iniciativa privada. Y si no la hay, menos quejas, amigos.