La izquierda está por no dar ni agua al que no piense como ellos, ahora reclama que los centros educativos que no compartan los valores políticamente correctos (liberación sexual, etc.) no reciban ningún dinero público. Tratan de expulsar del espacio público al disidente. Obvian que todos pagamos impuestos y que ellos no pueden repartirlos a su bola. Toda persona debe ser respetada, cosa distinta son las ideas que lógicamente son discutibles, aunque nadie debería ser molestado por sus puntos de vista. Que las ideas puedan discutirse es el fundamento de toda sociedad que se apoye en la razón.
Las sociedades necesitan regirse por reglas de formulación racional. Históricamente se persiguió la homosexualidad, el lesbianismo, etc, fue signo de los tiempos. Ahora todos entendemos que no debemos discriminar a nadie por su orientación sexual, respetamos dichas opciones y sus consecuencias jurídicas. Pero una cosa es respetar y otra bien distinta estar de acuerdo con la fuerte agitación y propaganda a favor de la ideología “LGTB”. Los perseguidos de ayer actúan de perseguidores hoy, como si el Estado fuese de ellos. Tratan de expulsar de la vida pública a los que disienten de sus postulados, ejerciendo una verdadera discriminación ideológica, quieren evitar cualquier argumento en su contra.
Olvidan que el Estado somos todos y que se sostiene con las contribuciones de todos. A todos nos asiste el derecho de educar a nuestros hijos según nuestros valores y es lógico pretender que nuestros impuestos, alivien la carga de la escolaridad de nuestros hijos. Aceptamos que la Administración vele por garantizar una educación solvente. Una cosa es exigir respeto a posturas distintas a las nuestras y otra muy distinta atosigar al que piensa diferente, como hacen los nuevos inquisidores de lo políticamente correcto. El respetar una orientación sexual, no impide el derecho a expresar nuestra propia concepción de la sexualidad, en la que no todo vale y tenemos derecho a valorar unas conductas como morales y otras como inmorales. No parece lógico pagar las de los adversarios vía impuestos y tener que volver a pagar las propias directamente. Exigimos poder sostener nuestras convicciones, tanto en la esfera pública como en la privada, en condiciones de igualdad.
Un comentario
Lo justo y lo democrático es el cheque escolar. Pero luego vendría el cheque sanitario, el cheque judicial, oh oh, y se acaban muchos cholletes.
Y la libertad da mucho miedo, algunos hasta para ejercerla. Su propia libertad les da miedo. No es de extrañar que lleven borregos, o burros, en la trasera desus coches, por autodefinirse y eso. #delronzallosllevan