Los requisitos que cualquier ciudadano normal demanda que tenga su Alcalde, son bien sencillos: siempre se pensó que el primer edil se tenía que ocupar de tener las calles limpias, el alumbrado completo y una policía municipal aseada, que se ocupase fundamentalmente del tráfico urbano.
Con la democracia todos los alcaldes se empeñaron en la funesta manía de «hacer nos felices» a los ciudadanos -como si los votos les confiriesen poderes extraordinarios- y por ello se empeñaron en costear las fiestas patronales a todo tren: fuegos artificiales, chistorradas populares, conciertos y bailes gratis total, día de … etc.. Durante el resto del año se suelen encargar de sostener variopintas y a veces más que dudosas «actividades culturales».
Bueno hasta aquí, todo un poco exagerado, pero normal. Pero llegó Asiron y en tan solo una semana al frente de la Alcaldía, nos da unas apresuradas “clases de Derecho Constitucional” con sus soflamas a favor del pretendido «derecho a decidir», participando en un montaje bildutarra, una milonga de pretendido largo alcance. También se apunta a la plaga de los que piensan que el cambio consiste en colgar banderas arco iris. Carmena la Alcaldesa de Madrid, por carta indica a Adif y Aena para “colgad la bandera gay en estaciones y aeropuertos” estos Alcaldes no son alcaldes de todos, nos quieren conducir a su redil, a sus filias, que poco tienen que ver con la gestión municipal.
La nueva Presidenta Aznárez empezó sus «baños de masas» con sus colectivos de simpatizantes. En este caso con casi todos los grupos de palmeros, incluido UPN, poniendo la bandera arco iris a favor de potenciar el lobby de lesbianas, homoxesuales y demás patulea. Pero una cosa es ser gays y otra tontos, porque no dan puntada sin hilo, aprovecharon la ocasión para promover nuevas leyes que les den aún mas trato de favor, como ya consiguieron en Cataluña y que ahora ven posible conseguirla en Navarra, y así que les dejen adoctrinar en las escuelas a nuestros hijos, sin oposición alguna. Dicen que son poco más del 1% de la población, y dan la matraca aquí donde se les respeta. Eso si, ni mú, ni mentar las masacres de cristianos, ni de sus compis homosexuales, por los yijadistas asesinos, no sea que se enfaden.
Un comentario
Y quien habla de adoctrinamiento, es quien dice que la bandera gay se coloca «a favor de potenciar el lobby de lesbianas, homosexuales y demás patulea».
Pues a mi me parece que esa afirmación es una tergiversación intencionada del autor y que él sí que busca el adoctrinamiento, aunque por suerte últimamente ya no encuentra calado en una sociedad cada vez menos manipulable por los poderes tradicionales y con capacidad de pensar y organizarse.
Pero narices, el autor tiene.