No molesta tanto el colmillo retorcido del Noticias como la inercia del Diario. No es lo peor el activismo de Herrikoa, o de Sortzen, sino la flojera de los simpatizantes de Concapa. No nos destruye como comunidad la mentira de los cuentistas del 1512 sino la apatía de los que han recibido una visión más cierta y menos manipulada de nuestra historia. No extraña que los abortistas justifiquen su crimen para poder dormir sino que los pro-vida se agazapen en el derrotismo para seguir durmiendo. No es que dejen a los niños sin bautizar sino que no se catequiza suficientemente a los bautizados. No daría ningún miedo la promoción pseudopatriota euskaltzale si no fuera acompañada por una reacción antipatriota anglosajona. No harían tanto daño los loros sindicales si hubiera trabajadores dispuestos a mantener unos sindicatos desideologizados. Y así en tantas y tantas realidades cotidianas. El problema no es lo que sobra. Es lo que nos falta.
Un comentario
GLORIOSO Don Jerónimo!
Y me apunto el primero de la lista a enmendar lo que me falta.
Sin duda, le diré, que esta es posiblemente la mejor pieza que he leído hasta ahora en NC.
COJONUDO. No encuentro otra palabra.