Se acabó la cosa. Zapatero no ha querido pronunciar la palabra «roto» pero aquel «proceso» tan pregonado no ha sido después de nueve meses ni tan largo ni tan difícil. Ya lo dije aquí mismo allá por abril: que un grupo terrorista, por definición, no puede estar inactivo. Volvemos pues a la situación anterior al anuncio del «alto el fuego», solo que con una ETA más envalentonada… y más equipada. Y dicho esto, y a pesar de todo, les confieso que estoy con Julio Ariza (presidente del grupo Intereconomía) en el análisis de fondo: el terrorismo etarra está acabado. Hay varias razones para profetizarlo que iremos comentando en los próximos meses, pero no se hagan ilusiones. No todas son fruto de un pensamiento optimista. Y es que una de esas razones pudiera ser, sencillamente, que ETA «ya no hace falta». Jerónimo Erro