Yo quería hablar hoy de San Miguel, de San Gabriel y de San Rafael. Gente amada -y temida- en nuestros pueblos pero no puedo. No me dejan. Ha venido un piquete y me ha dicho que o hablo de la huelga o me rompen el ordenador. Uno de ellos, se que era uno de ellos, me ha dicho que mejor no discutir, que no sueñe con ponerme a razonar con ellos, que cuando se juntan unos cuantos sindicalistos en ese plan no hay manera de dialogar porque se convierten en una masa amorfa que no piensa. A ver si vamos a llegar a estas alturas a la conclusión de que Marx tenía razón, que las personas libres no existen. Que lo único que se mueve y respira son las clases, los rebaños, las hordas. Pues sea como sea, como vecino libre que soy o como miembro de la clase de los aguafiestas me niego a tragarme todo esto como normal. Me niego pues a hablar de la huelga. En primer lugar porque pienso que es un paripé vergonzoso. Que no tiene sentido pasarse más tiempo haciendo leyes, pactando servicios mínimos, anunciando y amagando que holgando en serio. Y además porque me parece muy hipócrita que los liberados, esa gente que se toma la acción sindical como un trabajo y como tal la cobra, siga hoy trabajando y dando un muy mal ejemplo. Yo creo que podría encontrar unas cuantas razones más pero esto de la huelga es contagioso y me está dando mucha pereza. En fin, lo de los santos arcángeles ya se lo cuento otro día.
Jerónimo Erro
2 respuestas
Sr.Erro,después de esta retórica ramplona para decirnos que se niega a decir lo que ya nos ha dicho…creo que hubiese quedado más digno y más original hablando de los ángeles y arcángeles.Demasiada huelga,demasiada palabrería durante demasiados días,demasiada queja,demasiado aburrimiento social…Pasemos página de lo que ni ha servido no¡i servirá.Si uno no quiere hacer,no hace,y si sí quiere,lo hace…Aún somos libres sr. Erro!.
Lo diría Carlos Marx, don Jerónimo… pero también la psicología «moderna». (Pinillos, «la mente humana» que me enseñaron en el instituto ximenez de rada,,,) el poder del grupo, que altera hasta nuestros sentidos. El hombre es un ser gregario, naturalmente que hay una relación de poder latente en todos los ambitos sociales (en la pareja, entre hermanos, en la COmunidad…) y miedo al otro, a su violencia, a su fuerza; y miedo a las pulsiones, a la sexual, a la agresividad..
Lo decían también los nazis, con su manipulación de las masas alemanas, y todos los totalitarismos del siglo XX, y todo lo que Ud. quiera.
Es una realidad humana innegable, me parece.