El mayor enemigo que tienen las Cortes de Navarra, más conocidas en la etapa actual como Parlamento Foral, son los partidos políticos. El sistema electoral vigente está organizado en torno a esos grupos institucionalizados que funcionan como empresas electorales, relativamente ideologizadas en uno u otro sentido como para justificar una pluralidad no tan plural. Estos equipos preburocráticos relegan a la sociedad real, a las familias y pueblos de Navarra a la marginalidad política haciéndoles pasar por el aro del partido para cualquier asunto que tenga que ver con la representación. De esta forma contribuyen al paulatino empobrecimiento de las iniciativas libres de la gente libre.
Le llaman parlamento y no lo es. En el salón de plenos no se parlamenta. No se dialoga. Ni siquiera se negocia. Tan solo se escenifica y se dramatiza. La única representación que tenemos es una representación teatral.
Por eso somos cada vez más lo que pensamos que para este viaje no hacían falta tantas alforjas, ahítas de dinero público. En nuestro Parlamento los grupos votan siempre en bloque, con una disciplina férrea, y ningún parlamentario se sale del guión. ¿Cómo se va a salir si pondría entonces en peligro su reelección o su mismo cargo de político profesionalizado? Tal como están las cosas el Parlamento podría funcionar por correo electrónico y teléfono móvil. Eso sí que sería barato. Cuatro sms, un pequeño diálogo en facebook entre los portavoces de los 6 grupos y si me apuran una pequeña quedada para emitir un voto ponderado según la popularidad de cada sigla.
Pero claro, entonces esto no parecería una democracia.
Un comentario
Los actuales partidos en su actual fase de oruga devoradora, son devastadores. Han dominado y desapoderado al Parlamento, cooptado las instituciones fundamentales del estado (tribunal constitucional, Consejo General del Poder Judicial, Banco de España, CNMV, Defensa de la Competencia…) y han dominado adema´s los medios de comunicación, que les sirven. Hemos vuelo a un cierto caciquismo, pero versión siglo XXI.
No solo pasa en España, en todas partes, siempre, el poder tiende a saltarse todos los limites. Es la lucha incesante de los ciudadanos contra el Poder. Lo he dicho muchas veces. El que crea que solo ha fallado algo o alguien para que estemos asi, y que basta cambiar un par de cosas o personas para que todo cambie, es un ingenuo. El abuso del poderoso es el estado natural de las cosas. Lo extraordinario es limitarlo, controlarlo y derrotarlo. Los ciudadanos hemos sido descuidados, ingenuos. Ahora sabemos loq eu vale un peine.