Hacía tiempo que no se repartía tanto la familia de UPN-PP-CDN-DNE. En alguna otra ocasión he dicho que ojalá hubiera no cuatro sino cuatrocientos partidos; cuanto más fino sea el puré partitocrático menos partitocrático será. El caso es que se han quedado en cuatro, mal número para las aritméticas electorales, para la ley d’hont y para la ley de Murphy. Es sabido que el miedo a los otros y el recurso al voto útil suelen adulterar o enmascarar la realidad de lo que la gente realmente piensa. Mal número, y mucha confusión acerca de las diferencias reales y programáticas que puedan existir entre unos y otros pues todas estas siglas son escisiones unas de otras: UPN de UCD; PPN de UPN-PP; CDN de UPN y DNE de PPN… Ahora, con dos partidos grandes y dos pequeñitos el público centroderechista va a tener complicada la decisión del voto. Los demócratas más ingenuos pensarán que el dilema es bueno para el abanico democrático. Pero yo digo que un abanico roto sirve para poco. Y más si se ha roto fundamentalmente por personalismos.
Sr. Erro no puedo estar sino en desacuerdo con vd. Que la solución a los males de la partitocracia sea que ésta funcione peor no me parece solución. Si algo tiene la partitocracia es su intención de integrar a las masas en el Estado (sí, lo mismo que los totalitarismos fascista y comunista) solo que en vez de un solo partido estatal lo hacemos con varias facciones estatales. Claro que, como todos sufrimos cada día, esa integración supone la creación de una casta de funcionarios solo pendientes de sí mismo donde los intereses de los grupos sociales solo pueden verse satisfechos a través del mecanismo de la corrupción. Pero la solución no consiste en alterar los mecanismos de estabilidad del régimen para crear más caos. En mi opinión lo que debemos hacer es cambiar sus fundamentos para posibilitar un sistema decente de gobierno: independencia de los poderes con su elección separada, elección personal de diputados, mecanismo de revocación de gobernantes impopulares, igualdad ante la ley de políticos y gente corriente.
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2 respuestas
Eso. Personalismos.
Sr. Erro no puedo estar sino en desacuerdo con vd. Que la solución a los males de la partitocracia sea que ésta funcione peor no me parece solución. Si algo tiene la partitocracia es su intención de integrar a las masas en el Estado (sí, lo mismo que los totalitarismos fascista y comunista) solo que en vez de un solo partido estatal lo hacemos con varias facciones estatales. Claro que, como todos sufrimos cada día, esa integración supone la creación de una casta de funcionarios solo pendientes de sí mismo donde los intereses de los grupos sociales solo pueden verse satisfechos a través del mecanismo de la corrupción. Pero la solución no consiste en alterar los mecanismos de estabilidad del régimen para crear más caos. En mi opinión lo que debemos hacer es cambiar sus fundamentos para posibilitar un sistema decente de gobierno: independencia de los poderes con su elección separada, elección personal de diputados, mecanismo de revocación de gobernantes impopulares, igualdad ante la ley de políticos y gente corriente.