En un banco de la plaza del castillo. Ese sí que sería un buen sitio para que presidenta y vicepresidente resolvieran sus diferencias. Así, a la vista del senado de los jubilados pamploneses, se daría un buen ejemplo de transparencia, de democracia y de austeridad. Pero no, que eso es gratis, hasta ahí no habrán de rebajarse. Es mejor juntarse en torno a un buen menú en un mesón ¿verdad?. No hay por lo visto despachos suficientes en Palacio para que los números uno y dos de nuestra administración se reúnan para tratar sus asuntos. ¿Harán lo mismo todos los cargos uno y dos en todos los niveles de la burocracia? Nosotros que les habíamos preparado con tanta ilusión miles de metros cuadrados de salones enmoquetados y al final todo les resulta pequeño, claustrofóbico, ya visto. ¿Y hablarlo en el coche? Ese sí que sería un lugar bien discreto, sin micrófonos. Y los asientos de piel de phaeton son bastante confortables. El 80% de los problemas matrimoniales se resuelven sobre ruedas… pero no, tenía que ser en un mesón, al fin y al cabo ¿qué importan cuatro o cinco platos más? De perdidos al río.