Insisto: en esto de la jubilación no hay nada que debatir aunque si se deberían aclarar algunos conceptos de base. Es como ponerse a discutir por una operación matemática. Si las cuentas no salen es que no salen. ¿Por qué no nos cuentan de verdad la verdad? ¿Cómo es posible que haya quien enfoque demagógicamente la cuestión por la vía de los derechos? Dice Jiménez (el del PSN) que uno que lleva un montón de años trabajando «me parece que se ha ganado el jubileo». ¡Y hasta el jacobeo! Está muy bien que se lo parezca. Pero sentimentalismos aparte la cuestión que tienen que responder los responsables políticos es ¿de dónde sale su pensión?. El sudor de tu frente ha acompañado a la humanidad desde sus orígenes y sin duda ha sido una buena idea la de dedicar parte de ese sudor a la previsión de la futura ancianidad. Si uno ha sido previsor y ha ido apartando de sus ingresos una cantidad para la vejez el único derecho que tiene es a que no le roben lo que ha ido guardado. Pero si un jubilado lo que quiere -y probablemente necesita- es que le paguen aún más entonces dejamos de hablar de justicia y entramos en pura y simple caridad.

Ahora bien, lo que veo que al final se está cuestionando es si el sistema público de pensiones sirve o si ha hecho bien las cuentas. O si debería dejarse libertad para que cada uno se gestione un plan de pensiones público o privado según más le convenga. Los gestores del sistema público de pensiones tienen la obligación de establecer unas cuotas de afiliación justas con el fin de que salgan las cuentas. Solo hay dos soluciones ante la falta de dinero: o se suben las cuotas o se retrasa la edad de jubilación. No hay otra. Todo esto es muy impopular, lo se. Es un asco, lo se. Pero ¿qué otro sistema se les ocurre para que cuiden de uno cuando sea viejecito?… ¿tener mas hijos acaso? ¡eso sería lo mismo que reconocer el fin de nuestra brillante civilización liberal individualista!