La socialdemocracia lo está pasando mal, no sólo en España sino en todo Europa. La crisis les ha llevado a un punto donde las viejas respuestas aparecen agotadas, y ahora deben elegir entre si volver a conectar con sus raíces más de izquierda, o si les es mejor consolidar el viaje iniciado hace tiempo hacia el centro político. El PSOE se ha quedado sin la mitad del electorado, pasando de un 44% en 2008, al actual 22%. La crisis económica no perdona, la socialdemocracia busca su espacio, en Italia mira al centro y en el Reino Unido gira a la izquierda.
Antes de la crisis todo les fue relativamente sencillo, apostó por la apertura de mercados y fronteras, junto a una redistribución favorable a los asalariados. Hoy aquél equilibrio está roto, la apertura de fronteras sólo beneficia a quienes están más preparados para competir y tienen preferencias por el multiculturalismo; pero seriamente les perjudica a todos aquellos que no disponen de recursos para lidiar con la globalización. A llegado el momento de replantearse las prioridades redistributivas.
El espacio del PSOE no hace sino achicarse, tiene a un lado a Ciudadanos que está intentando construir una coalición de tipo liberal&socialdemócrata, mientras que al otro lado tiene a Podemos que intenta hacer lo propio con un ultra proteccionismo para las izquierdas. Hoy como consecuencia de la crisis todos los partidos se han escorado políticamente hacia la izquierda en España. Ha provocado la aparición de nuevos partidos que han socavado al bipartidismo y hasta el propio PP de Rajoy se ha escorado hacia la socialdemocracia, mientras que desde C´s y Podemos le siguen robando apoyos al viejo socialismo.
El sistema político esta fatigado, necesitado de reformas y de la lucha efectiva contra la corrupción. Hoy no sintoniza con la gente joven que esta en las fronteras del estado del bienestar, y por ello ha ido perdiendo credibilidad. El PSOE se encuentra atrapado en un menor espacio, sufre al estar en un autentico sándwich, entre un C´s que el achucha por su derecha, y que se desenvuelve en lo que pudiera representar una socialdemocracia solvente y un Podemos por su izquierda, que representa el lado más radicalizado del izquierdismo. Al PSOE le falta una reflexión estratégica y sigue atacando los «recortes de la derecha», de forma machacona repite que intenta hacer posible un «gobierno del cambio» qué sólo consiste en desalojar al PP. Con esta posición crecen a su izquierda, y después de no poder formar Gobierno, desgraciadamente para ellos pueden ser relegados a ser la tercera fuerza y perder todavía más peso político.
Tanto la socialdemocracia como los conservadores tienen que plantearse que hacer ante los nuevos retos, económicos, sociales y culturales. Deben plantearse sin demagogia como afrontar los flujos migratorios. Tienen que replantearse el papel del Estado frente a las desigualdades, poder responder a cuánto habría que recaudar, a cuánto habría que gastar y sobre todo, en quién o en donde gastar. Deberían plantearse si se tendría que redimensionar o no el actual Estado del Bienestar, para hacerlo sostenible. Y no seguir endeudando más y más a las futuras generaciones. Abandonar la demagogia y discutir los planes del medio y largo plazo.
No estamos en una situación pasajera, la fragmentación parlamentaria refleja una división real de las posiciones entre los votantes. El PSOE no debe olvidarse de aquellos que en el pasado salieron ganando con sus políticas, y ahora tienen demasiado que perder como para moverse hacia un equilibrio muy distinto. Ello les puede llevar a que estén obligados, después del 26J, a abstenerse ante un posible gobierno del PP en solitario o apoyado por C´s. En cualquier caso debe ganar tiempo, meter sosiego en la vida diaria y esperar a que salgamos de la crisis y que a la vez muchos electores perciban la mala gestión (que en sus parcelas de poder) practican los podemitas y se desacrediten. Así será posible que el conjunto de la sociedad vuelva hacia posturas más centradas, y así se le ensanchara su espacio.
Un comentario
Deben replantearse muchas cosas :económicos, sociales y culturales los partidos constitucionalistas, de acuerdo, Tambien deben replantearse la cuestión del secesionismo, pues cualquier veleidad o frivolidad en este terreno, solo nos llevará a la larga al desastre, y la ruptura grave de la convivencia, se sabe como comienzan estas cosas pero el final la mas de las veces no suele ser con modos tranquilos. Ademas de la cuestión económica, mos a ver como plantean y como responden a la constante desobediencia y rebeldía institucional en los condados orientales del la Corona de Aragón y como se va a encarar el nuevo reto que acaudillará el hombre del proceso de paz : Otegui y los frentes de la todavia no disuelta ETA y demas izquierdistas( es un decir) de la secesión. Esperamos algo mas que el simple chau chau , como medidas concretas con la ley en la mano y todos los medios que esta permite al Estado para afrontar el ataque a la existencia del mismo y a la unidad de España. Aqui si que me preocupa el achique .