Cuando un partido que llegó a ser algo en el sistema ve que se acerca su final irremediable, o sea, su pérdida de poder, se vuelve peligroso, inconsistente, escurridizo. Así es la lucha por la vida del privilegio parlamentario; así es la ley de la jungla electoral. Los débiles democráticamente correctos son siempre de centro. Se cubren así las espaldas para pactar con quien sea con tal de multiplicar sus posibilidades de supervivencia. Los casos de EA y CDN presentan en este momento algunas características curiosamente similares y todavía han de darnos en los próximos meses alguna que otra sorpresilla. Hay que reconocer que de momento los de EA, envalentonados por la protección que les proporciona la cáscara de nabai, son algo mas descarados en su acercamiento a Batasuna. Si no fueran un partido menguante exigirían a los proetarras un proceso de limpieza a fondo antes de ir de la mano con ellos. Los convergentes, por su parte, ya me dirá Vd. dónde convergen si lo mismo les da arre que so. Puede que se mueran de aburrimiento o asfixiados entre PP y UPN. O puede que haya sorpresillas.
Jerónimo Erro
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