Nos van a venir de perlas unos días de paz y tranquilidad, sin estar atosigados con tantos problemas. La verdad es que vivimos en una mala situación, en esta España nuestra así como en Navarra, existen enormes incertidumbres sobre el futuro cercano, pero lo peor es que las vivimos en estos momentos con muy poca confianza en el futuro en general. Cualquier conversación en seguida se encrespa, y hasta la gente antes más sosegada salta diciendo verdaderos disparates. Sobre todo se dice que se está hasta el moño contra la clase política y el tema de la corrupción.
Aprovechemos estos días de sosiego que nos depara la Navidad, para el relax ya que es una época propicia, para volver a los recuerdos de la niñez y de la juventud. Aprovechemos esos momentos mágicos delante del Belén para recuperar el Adviento, como anunció de la ´venida´ de la iniciación del año litúrgico como preparación de la Navidad ´navitatis´ del Nacimiento del Hijo de Dios.
La Navidad para muchos, se ha convertido en la fiesta familiar del consumo. En estos tiempos de crisis es una buena oportunidad, para reivindicar el verdadero Espíritu de la Navidad. Para los católicos es uno de los dos momentos clave: el primero es el ¨Nacimiento del Hijo de Dios´, y el segundo “Su muerte y resurrección”, así entenderemos toda la simbología y el mensaje cristiano que celebramos en estas fechas.