Recientemente se ha celebrado en Pamplona el día de Europa. Me produce una gran alegría que nuestros vecinos hermanados de Bayona nos hayan honrado con su visita. Cambiar impresiones y experiencias con nuestros “parientes” franceses es siempre gratificante y enriquecedor. Sin embargo, entre tanta alegría, me intereso por lo publicado en el Diario de Navarra respecto a estos festejos. Se incide en la importancia de Francia como principal socio comercial. He leído con minuciosidad la información y no veo por ningún sitio mención a “Pamplona Capital de la Cultura 2016”. ¿Será por culpa del periodista que anduvo “despistado”? No creo.
Tanto me ha llamado la atención que he ido a recabar información a la oficina de información del Ayuntamiento de Pamplona. Qué curioso que un sábado por la mañana del mes de mayo, con las calles llena de turistas de otras provincias españolas, peregrinos extranjeros y otras gentes, esté cerrada. Pregunto a un policía municipal por la oficina de la capitalidad europea del ayuntamiento, y me dice que está en la calle Descalzos. Ah, ya… pero hoy es sábado y también está cerrada. Me invita a que acuda a la oficina de Turismo del Gobierno de Navarra de la Plaza de San Francisco: Uf, ya se han llevado el expositor de folletos que habían colocado los del ayuntamiento… Bueno, pues me acerco al Palacio del Condestable. Aquí puedo dejar mi voto en una urna y recoger un folleto tricolor. Bien, al menos ya me puedo informar. Me parece muy interesante el calendario expuesto, pero me resulta escaso, así que busco en internet, y descubro que existe una página del Ayuntamiento sobre la Capitalidad, la cual me direcciona a páginas ya existentes del ayuntamiento. Algo es algo.
Sin embargo la curiosidad persiste, y al azar accedo a las webs que han confeccionados los ayuntamientos de tres ciudades candidatas: Cáceres, Santander y Cuenca. No voy a hacer mención de la gran calidad con que han sido confeccionadas, pues busco solamente las acciones que han realizado para ilusionar a sus ciudadanos en este proyecto. Me sorprendo por lo que están haciendo en materia cultural, los apoyos que han conseguido de personas destacadas de la cultura, así como la colaboración de empresas públicas y privadas. Las ganas que ponen en dejar de ser “candidatas” y pasar a ser capitales culturales es envidiable.
Pamplona goza de más posibilidades que muchas de las ciudades candidatas. De esta tierra han surgido compositores e intérpretes musicales de fama mundial, escritores, pintores y escultores de renombre. Tenemos dos universidades que despuntan por su prestigio, museos excepcionales, una tradición cultural que nadie puede poner en duda, un patrimonio que es envidia de muchas otras regiones, asociaciones especializadas en los campos más diversos del arte y la cultura, el Camino de Santiago, su historia… Pamplona es una de las ciudades con uno de los niveles de vida más altos de España. Si todo es así, ¿cómo es posible que los votos que ha recibido la coloquen en la parte más baja del “tablero”? Sí, por debajo de Tarragona, Murcia, Cuenca, Alcalá de Henares… Y sin embargo otras, como Oviedo, Santander, Cáceres, se colocan en “cabeza”. ¿Será por la ilusión que han puesto los responsables de su gestión? ¿Somos realmente conscientes de lo que supondrá para Pamplona, ser la Capital de la Cultura Europea en el año 2016?
Me gustaría que a Pamplona se le conozca por su gran riqueza cultural y no exclusivamente por sus fiestas en honor de San Fermín. Me causa dolor que no se haya sabido transmitir la importancia que supone ser Capital Europea de la Cultura, y ante tanta inacción pido que los responsables asuman sus obligaciones y de una vez arranquen. Si no se sabe gestionar esta posibilidad, más vale que se vayan a su casa. Y si no hay interés por ser el centro de la cultura de Europa durante el año 2016, oportunidad de oro, más vale no presentarse, para hacer el ridículo mejor estar calladitos. Por cierto, que se haya incluido el museo de los Sanfermines dentro de la estrategia para ser candidata de Capital Europea de la Cultura 2016 me parece de broma, pero sobre eso hablaré otro día.
Siento decirlo, pero al igual que a Osasuna, parece que lo único que nos interesa es no bajar a segunda. En el momento en que los navarros pongamos toda la ilusión por ser ganadores y estar en lo más alto del “tablero”, será cuando ganemos. Mientras tanto ya nos podemos ir acostumbrando a sufrir y a ser “segundones”.
