La pequeña película, nominada como candidata a los Oscar, en la categoría de mejor cortometraje de ficción, pone de relieve la importancia de dar visibilidad a los cristianos que están sufriendo persecución en tantos lugares del mundo. El Papa Francisco tuvo un conmovedor encuentro con la familia de Asia Bibi, la mujer paquistaní encarcelada desde el 2009, acusada injustamente de haber insultado al profeta Mahoma, y con la joven nigeriana Rebeca Bittrus, que estuvo secuestrada por Boko Haram.
El mismo día se iluminaron de rojo en memoria de los cristianos perseguidos y de forma simultánea, el Coliseo de Roma, la iglesia de san Pablo en Mosul y la iglesia de san Elías en Alepo. Los datos de Ayuda a la Iglesia Necesitada no engañan: los cristianos son perseguidos actualmente en 23 países y discriminados en 15. Estoy convencido de que es importante poner en marcha iniciativas que contribuyan a que sus historias no queden en el olvido.