Sobre las palabras de Taberna

Cuando uno comienza diciéndote lo guay que es y lo mucho que te quiere, luego, (salvo que realmente sea alguien que te aprecie) suele llegar, ineluctable, esa preciosa conjunción adversativa que apasiona al españolito medio….Pero.

En el caso del inexpugnable, incombustible, eterno e omnipresente Presidente de la Cámara de Comercio de Navarra, ese ”Pero” sigue al sintagma de este modo:

”Nadie puede dudar de la lealtad de Navarra al resto de España PERO… ”

”…en esta situación de crisis, la Comunidad Foral debe aprovechar al máximo su autonomía fiscal, atravesando incluso algunas ”líneas rojas”, como la aprobación de medidas no homologables con el resto de España.”

Es decir: os queremos mucho, y somos mú buena gente, no como esos catalanes antipáticos, pero os van a dar por el riau (lineas rojas no homologables, qué fisno) y vamos a ir a lo que nos convenga. Encima no hagais que me sienta mal.

Si eso lo dice Más, es un tipo muy malo y llorón. Si lo dice un prohombre de la charca foral, un navarro de pro.

Es como si un esposo dijera a su parienta con tono meloso: ”no puedes dudar de mi lealtad, churri, pero voy a aprovechar al máximo mi autonomia personal, y te voy a poner unos cuernos dignos de un Cebada gago.. porque yo me lo merezco.”

Eso es una obscenidad y una aberración. A ver si nos entendemos: la lealtad es, conforme al RAE el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien. Si el Sr Taberna sabe que hay unas lineas rojas, será propio de las leyes de la fidelidad y de la hombría de bien hacerles honor y no saltárselas. Si nos propone saltarlas, o bien cree que los demás no sabemos qué es el honor, o no sabe él qué es el honor, o no sabe qué es la lealtad, o bien está hablando de extrañas lineas rojas, pero podrían ser azules, o verdes.. es lo que tienen las estúpidas frases hechas… al final pueden significar una cosa, la contraria y la mitad y tres cuartos.

Podríamos decir que la lealtad no se predica de los territorios, sino de las personas, y desde luego, puesto que el Sr Taberna no es un territorio ni representa a los habitantes de un territorio, hay que deducir que no puede decir lo que dice ni como portavoz de un territorio, ni como portavoz de ciudadanos que viven en este territorio y que no son mejores ni peores que los demás, pero por lo menos algunos, creen ser más iguales que los demás.

Aquí, por lo visto, para que alguien sienta vergüenza para dimitir y se vaya a su casa, hace falta que previamente lo detenga la guardia Civil. País.

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