Y las motos por el suelo, camionetas de reparto, y sobre todo los autobuses urbano, riegan todos, todos los días, las rotondas de nuestras ciudades. Barredoras que limpian con jabones y disolventes, aceras u calzadas se convierten en trampas mortales, para peatones, ciclistas y motoristas. Puede ser que quien no haya conducido, una moto, no lo entienda pero es jugarse la viga por la negligencia de los que rebosan sus depósitos, y por los que aun siendo también usuarios de motocicletas, (los policías) no ejerza su responsabilidad y denuncien, primeros los autobuses urbanos y además los otros que convierten las ciudades en siembras de cepos para caer al suelo, e insisto, andando en bici o en moto. Cuando muera alguien tenga en cuenta el ayuntamiento de turno, que es él, el responsable subsidiario, es él, quien tiene el deber de vigilancia y si las calles, las aceras, resulta peligrosas, están en la obligación de poner los medios para corregir.