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Al hilo de la carta recientemente publicada en DN, firmada por Javier Indurain en representación del colectivo de padres y madres afectados de la escuela infantil municipal Donibane, desde Navarra Educa en Libertad queremos mostrar nuestra solidaridad con ese colectivo, y con los profesores afectados, por las imposiciones municipales recientemente conocidas sobre ese centro y el centro Fuerte del Príncipe. Nos sentimos solidarios con ellos porque nos resulta evidente que están siendo objeto de una flagrante e intolerable vulneración de su libertad educativa.
La educación en euskera es una opción legítima en una sociedad plural. Como lo es la educación en castellano, o en el idioma que en cada momento sea más demandado profesionalmente. Como lo es la educación laica, o la educación religiosa. Como lo es un modelo pedagógico concreto u otro. Los gobiernos con tics totalitarios siempre se han caracterizado por defender e imponer un modelo único, que les sirva de transmisor de su propia ideología o fines políticos.
No es misión del Estado, en este caso del Ayuntamiento de Pamplona, definir qué tipo de educación hay que dar. A la administración pública compete, en cambio, gestionar los recursos (bien sea promoviendo escuelas de titularidad pública, bien a través de conciertos económicos con escuelas de iniciativa social, que ejercen una función pública, o bien mediante cualquier otra fórmula posible), para que todos los ciudadanos puedan hacer efectivo su derecho a responsabilizarse de la educación de sus hijos y a decidir qué tipo de educación prefieren. No se ha de olvidar que las administraciones públicas disponen de recursos porque los ciudadanos, a través de los impuestos, los ponemos en sus manos para gestionar los servicios que, por eso mismo, tenemos derecho a exigir. No pagamos impuestos para que los poderes públicos nos adoctrinen a través de la educación, sino para disponer de opciones educativas legítimas que satisfagan la demanda social. Son plurales las necesidades de las familias, plural debe ser la oferta.
La decisión de cambiar el modelo lingüístico desde arriba, sin contar con los agentes educativos de las escuelas afectadas, es una seria amenaza de la libertad educativa. Una más, por desgracia, de las muchas que estamos presenciando en estos tiempos. Parece ser que sólo vale un modelo: público, mixto, laico y euskaldún, regateando a los padres que quieren otros modelos los recursos necesarios (que ellos aportan a través de los impuestos que pagan) para que sea efectiva la libertad de educación.
Navarra Educa en Libertad considera que el problema no es solo de los padres de Fuerte del Principe o de Donibane. Es el problema de toda una sociedad, si permite semejante imposición. Hoy les toca a ellos, mañana será otro modelo que no cuadre con el modelo estatal. Es decir, te afecta a ti, a mí, nos afecta a todos. Y afecta también a los que defienden la educación mixta, laica, pública y esukaldún, por supuesto, porque su imposición de ahora legitima que los próximos poderes de turno establezcan su modelo universal y único, que no tiene por qué coincidir con el suyo. La libertad de educación o es para todos o no es.
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Teresa Jaurrieta
Navarra Educa en Libertad (NEL)
Un comentario
Gracias por defender a la sociedad y a las personas.