A veces me siento como en una ola, llevado en contra de mi voluntad a donde no quiero, impedido de hacer lo que realmente deseo. Aunque mi tesón me lleva a reponerme una y otra vez, aprendiendo de los contratiempos. Y parafraseando al famoso karateka, Bruce Lee, “Be water, my friend”, lo que hago es convertirme en la propia ola, y aunque algunos piensen que es sólo agua, que nadie olvide que es capaz de destrozar la roca de la costa más pétrea que uno se pueda echar a la cara. Y así es mi labor en el Ayuntamiento de Murchante, intentar enseñar una y otra vez de manera pedagógica a los concejales de la mayoría de 6 contra el resto de concejales, y contra los tiempos que nos ha tocado vivir, que hay otra manera de hacer las cosas.
Que no es suficiente con bordear el mínimo de lo exigido legalmente, que hay que ir al espíritu de las normas, y no a cumplir formalmente con ellas, que presentar 3 ofertas para un concurso de las mismas empresas de siempre no vale, porque “ya nos conocemos todos…”, que tener una Concejalía de Fastos y Propaganda que nunca reúne a su comisión no es de recibo, que tener un espacio en la página web para publicar las Actas de los Plenos Municipales, y no hacerlo, tiene delito, no guasa, aunque se rían y se jacten de ello, que impedir que los ciudadanos sepan lo que ocurre en su Ayuntamiento no es un gol que meten a otros grupos, si no un daño que se hace a los ciudadanos, que hacer veladas acusaciones sin fundamento no hace gracia, que las medias verdades son las peores de las mentiras, que la manipulación al final se la pilla como al cojo.
Y eso es lo que pasa en este y me temo otros ayuntamientos, pero en el nuestro en concreto, el PSOE, secundado por otros 2 votos necesarios para formar esa mayoría displiciente, han rechazado estos días sendas mociones sobre lo que el mismo Pedro Sánchez alardea de firmar, un pacto por la Transparencia, algo que es nuestro pueblo se niega, pues las mociones estaban dirigidas a hacer públicas las Actas de Plenos y Comisiones, y las Ofertas y Compras de este ayuntamiento. ¿acaso hay algo que esconder?
Ya se la respuesta, que se acusa sin pruebas. No lo entienden, o no quieren entender, que es peor. Se dijo en el pasado Pleno, pero no se acusa de corrupción, lo que se afirma es que no se puede mantener que no haya, pues no se deja luz ni medios para saberlo. Así de sencillo, y así de triste.
Luego vendrán las descalificaciones personales, olvidando intencionadamente el torpedeo constante de un concejal de Agricultura, al que le sisan de su escaso presupuesto sin avisarle, le modifican las instrucciones al Secretario, puenteando decisiones fuera de sus atribuciones le ocultan de manera intencionada información fundamental sobre su concejalía,….todo para luego verdulear por bares y esquinas, que se hace mal el trabajo. Y creen que es una victoria, pero como antes, no perjudican a este concejal, sino a los agricultores de Murchante, que se merecen algo bastante mejor.
Todos nos merecemos algo mejor.