Primero: El coste de una plaza de guardería, pública o privada, para niños de 0 a 3 años es lógicamente muy elevado ya que hablamos de niños con necesidades especiales y continuas debidas a su corta edad.
Segundo: Es conocido el enorme potencial que supone a esas edades el cuidado personalizado desde el punto de vista emocional, afectivo y de aprendizaje y que todos los expertos aconsejan sea ejercitado el mayor tiempo posible por los progenitores.
¿No sería mejor que se invirtiera más en prestaciones directas a las familias y que ellas decidieran lo que creen es mejor para sus hijos?. Económicamente incluso saldría más rentable el que la familia cuide directamente al hijo si la dotamos de lo que cuesta la creación de una plaza a esas edades, pero lo más importante es que los niños estarían cuidados y educados de manera más personalizada y todas las familias podrían elegir con mucha más libertad.