En abandono escolar, la media es doblemente más alta que la media de Europa, y nada menos que el 31,2% de los jóvenes españoles entre los 18 y 24 años dejan de estudiar, mientras que la media de los Países Europeos se sitúa en el 14,4%.
Portugal (31,2%) y Malta (38%) han conseguido sin embargo reducir sus cifras de abandono entre 2000 y 2009, con una progresión que no ha conseguido España, donde hace una década la tasa era del 27%, y ahora cuatro puntos y pico más. ALGO NO ESTAMOS HACIENDO BIEN.
En España, con carácter general, la educación no es prioritaria, se llenan la boca pero no se ejecuta lo que se dice, la educación, los procesos educativos, se dejan de lado y los presupuestos se dedican a los aferes del día a día y no a las inversiones de futuro y si hay una inversión sin duda de futuro, y fructífera para después, esa es la educación. Una cosa ha cambiado, las mejores notas ya no son exclusivamente de los países nórdicos sino de Eslovaquia y Eslovenia (alrededor del 5%). Los europeos se empeñan Bruselas ha presentado un plan de acción para reducir por debajo del 10% la tasa de abandono escolar, una estrategia que deberán desarrollar todos los países según su casuística particular pero ha de coordinarse de manera uniforme por un estamento centralizado.
Y sin embargo, hay propuestas socialistas que lo que pretenden es que los jóvenes perciban ayudas económicas por no hacer nada, en vez de facilitar la formación, y fomentarla para poder optar posteriormente a un puesto de trabajo, claro que si se crea, lo que proponen desde el Gobierno de España, es dar dinero por nada, y con ello lejos de fomentar el estudio, se fomenta el no trabajar, el dinero fácil y la carencia de esfuerzo.