Por la seguridad de todos, de los peatones sobretodo, pero no menos para los conductores. Un peatón atropellado es una gran desgracia, pero un conductor que ha atropellado, sufre siempre la desgracia.
Por lo tanto, es labor de todos hacer todo lo posible para evitar situaciones que no responden a la seguridad, a la circulación conciliada de peatones y vehículos de la manera más coordinada y de la manera que todos gocemos de una circulación segura.
No se trata de una medida de gran acogida, cuando se trata de una plaza de aparcamiento, primero porque existen verdaderos problemas de aparcamiento en casi todas las ciudades, y segundo porque se trataría de unas plazas menos para recaudar.
Pero lo cierto es que puede salvar vidas. La plaza de aparcamiento previa al paso de cebra en el sentido de circulación, debe quedar libre.
Cuando con las manos en el volante, te acercas a un paso de cebra, a un paso de peatones, en muchas ocasiones “da miedo”, si pensamos en el riesgo que corremos, en el daño que podemos ocasionar, quizás no sobrepasaríamos ni un paso de peatones.
No se ve, un vehículo aparcado en la posición inmediatamente anterior tapa completamente la visibilidad necesaria para poder circular con seguridad, no digamos un niño, o una persona mayor, uno de nosotros, (de esos que van todo el día corriendo de lado a lado), lo de una bicicleta un poco más peligroso, sobre todo si el conductor de la bicicleta no cruza con cuidado y como se aconseja con el pie en el suelo.
Es tan sencillo que se prohíba aparcar en la plaza anterior a un paso de peatones, y son tantas las vidas que se pueden salvar. Necesitamos que alguien nos haga caso, necesitamos que la DGT o que los ayuntamientos se muevan, recuerden que es por el bien de todos.
Todos somos conductores, todos somos peatones, y todos merecemos vivir y conducir sin miedo al llegar a un paso de peatones.