Señor Marín, Yo no soy accionista del Diario de Navarra, no lo he sido nunca, y no lo quiero ser. Además, pienso – y esto es una apreciación personal que puede ser errónea- que el Diario tiene su tiempo contado, y ya veremos en qué queda el precio de las acciones. Pero soy navarra, lectora asidua del Diario desde hace casi treinta años, navarrista y foralista, y sé la influencia que, por desgracia, tiene el periódico en la opinión pública de nuestra pequeña comunidad. Y lo leo con detalle todos los días. Y veo cosas como: – Su Doña Inés siempre concede mucho más espacio al PSN y a nuestro ínclito Zapatero que a la oposición. Si quiere lo medimos. En un periódico que se dice local, aparece mucho más el presidente de la Nación que el presidente Sanz. Por otra parte, siempre es tierna y disculpadora con Zapatero -siete páginas de halagos a la última crisis de gobierno y de amorosas reflexiones sobre Rubalcaba me parecen excesivos hasta para la cadena SER- y siempre tiene mano dura con nuestro presidente Sanz y con la oposición de Rajoy. De hecho, Rajoy es un ser inexistente en su periódico. En la sección de opinión predominan por goleada los socialistas. -«En el futuro, en un virtual proceso de negociación, Rubalcaba sería imprescindible», tiene la caradura de escribir el Diario en esas siete páginas laudatorias sobre el tiernecito Rubalcaba («tierno», así lo describió Pilar Cernuda). ¿Virtual? Qué pasa, ¿que el Diario es el único que no se ha enterado de que el PSOE lleva cuatro años negociando con ETA? Pues lo han dicho los del PSOE en todos los periódicos. Pero ya se ve que nuestra Doña Inés, la enamorada del tierno y seductor Rubalcaba, no lee otro periódico que no sea el suyo, y que a su vez, los accionistas del Diario, el presidente del consejo de administración y el director general no leen su periódico, el Diario. Es un pequeño lío de información, o de desinformación. -Cuando el PSN se abstuvo en la votación famosa del parlamento, el Diario lo intentó ocultar. Cuando el PSN hace cualquier cosa que lo deja en evidencia sobre este asunto, el Diario lo intenta ocultar. Y eso sí, en seguida entrevistan a Chivite para que se explique. Bien de espacio para que se explique Chivite. -Además, el Diario se apropió de la primicia sobre las cartas de ETA a empresarios, cuando no había sido suya. Y luego intentó echar agua al incendio, claro. Y en su editorial habla el viernes del «ilusionante proceso de paz»….¿para Inés Artajo es ilusionante este proceso de paz? Es decir, igualito, igualito que para Otegui. Super ilusionante. Vamos a ver, señores accionistas del Diario. No hay que ser muy listo para ver la deriva de su periódico en este asunto. Solo hay que leerlo. Yo me pregunto si ustedes lo leen, porque no me puedo creer que no vean todo esto. Y que conste que no estoy atacando por la espalda al Diario, porque llevo peleándome con el señor Bañón y el señor Colina Lorda al respecto ya bastante tiempo, cruzando con ellos una dura correspondencia privada. PRIVADA. No estoy hablando mal del Diario por ahí. Pero no nos tomen por idiotas que no lo somos. Somos los lectores del Diario de toda la vida. Y sabemos cuando el Diario desbarra. Y hoy por hoy, Doña Inés puede decir muchas monadas en las fiestas de los anuarios, pero los hechos, los titulares, las páginas y los editoriales son tozudas. Pilar Aizpún Bobadilla