Con motivo de la catástrofe producida por el terremoto que ha asolado Haití, se ha hablado y escrito mucho, casi siempre mal y sin conocimiento de las causas, sobre la acción de la Iglesia católica por las víctimas. Cierto que la Iglesia ha hablado de oración y de otros males, pero también ha participado y practicado, de manera especial en este caso, el “A Dios rogando y con la mazo dando”, tanto de manera directa como a través de organizaciones relacionadas indirectamente. Entre estas acciones tenemos el anuncio de ayer según el cual “La diócesis de Miami se compromete a hacerse cargo de los miles de huérfanos del terremoto de Haití”. Esto y la oración son amores, lo demás buenas razones y en muchos casos aprovechar la ocasión para hacerse la foto.