En el programa electoral con el que UPN concurrió a las pasadas elecciones forales se dice: “UPN exigirá la aplicación del Convenio Económico para poder financiar las obras y adelantar en 10 años su entrada en servicio, de forma que pueda iniciarse la construcción del Tren de Alta Velocidad en Navarra en el año 2008 y llegar a Pamplona en el año 2011, y conectar con la “Y” vasca y la salida hacia Europa en el año 2013”. Fin de la cita. Ahora nos anuncian que el próximo mes de julio “podrían” comenzar las obras del primer tramo entre Castejón y Villafranca. Si ese condicional –podrían- se cumple, las primeras obras empezarán en otra legislatura y con otro gobierno, o con el actual en funciones, por lo que ésta habrá sido una legislatura perdida o de promesas incumplidas en materia del AVE.

 Una legislatura que para este asunto comenzó en octubre de 2007, cuando se reunieron en La Moncloa los presidentes Zapatero y Sanz y cuando la ministra Salgado nos anunció que antes de que acabase ese año se firmaría un convenio.

 Un convenio que el Gobierno de Navarra aprobó el 31 de diciembre de 2007, en un día que calificó de “histórico” porque iba a permitir que  Navarra construyera el tramo Castejón-Pamplona con cargo al Convenio Económico y sin tener que “recurrir al endeudamiento”. Un convenio que se iba a suscribir con el Estado en febrero de 2008 e iba a permitir que las obras comenzaran en 2009 y estuvieran concluidas en 3 o 4 años. Un convenio que aunque los socialistas de Madrid y de Navarra (Zapatero, Pajín, Jiménez y Moscoso, entre otros), un mes sí y otro también, nos anunciaban la inminencia de su firma no se llegó a rubricar.

 Todos recordamos que el presidente Sanz dijo: “mis” diputados pueden apoyar los Presupuestos Generales del Estado para 2009, pero ese apoyo no le va a salir “gratis” a Zapatero porque, a cambio, tendrá que “contemplar el AVE y las infraestructuras pendientes con plazos y cronogramas”. Y todos recordamos que el apoyo lo dio y Zapatero nada pagó.

 Todos recordamos que hasta que en 2009 no cesaron los ministros Solbes y Álvarez las negociaciones siguieron bloqueadas y que un año después de que José Blanco llegase a Fomento se firmó un convenio por el que Navarra se comprometió a construir el tramo Pamplona-Castejón pero, en vez de cobrar al contado, descontándolo del cupo del Convenio Económico, como se preveía en el de 2007, los desembolsos le serían retornados por ADIF dos años después, con lo que el endeudamiento nos iba a suponer un coste financiero de 45 millones de euros. Todo un “logro” con el que quedó en el olvido ese día “histórico” del que alardeaban en 2007.

 Ahora, aunque el pasado abril nos anunciaban que las obras iban a comenzar en el primer semestre de 2011, el inicio ya lo han retrasado al segundo y, aunque no empezarán antes de julio, nos están vendiendo la piel del oso antes de cazarlo y nos dicen que el número de usuarios del tren aumentará un 73% con la llegada del AVE aunque, eso sí, no le ponen fecha a esa llegada.

 Con tantos falsos anuncios, hay algo que nos preocupa y del que nadie habla. Nadie dice cuando comenzará Fomento a ejecutar el tramo Castejón-Zaragoza y, como tenemos el precedente de la autovía Pamplona-Jaca, creemos que Navarra no debe iniciar la parte que le corresponde hasta que no tenga garantías plenas de que las obras de los dos tramos irán acompasadas. Si lo hace, se arriesga a ejecutar su parte, con un desembolso de 675 millones de euros, y a que durante años tengamos una infraestructura muerta de risa y sin aplicación.

 Por eso, como esta ha sido una legislatura perdida en materia del AVE, pedimos al Gobierno de Navarra que sea prudente y que, al menos, no hipoteque nuestro futuro financiero.