El pasado viernes, Iñigo Urkullu consideraba la eliminación de fotos de etarras como una cortina de humo ante la crisis, y exigía “suma delicadeza” para proceder a su retirada. El líder de Nabai, Patxi Zabaleta, se ha mostrado sin embargo mucho más radical, mostrándose abiertamente contrario a la retirada de estas fotos.
Contrasta esta posición con la que tan apasionadamente ha defendido Nabai en relación con determinados nombres de calles, supuestamente franquistas. Todos los argumentos esgrimidos por Nabai para eliminar esos nombres, resultan perfectamente aplicables para eliminar esos carteles. Con la evidente salvedad de que ETA no es todavía historia. La política de Zabaleta no puede ser la de cambiar una dictadura por otra, retirando el nombre de una placa y dejando al lado la foto de un etarra.