Miguel Sanz habla sin tapujos acerca de su sucesión en una entrevista a Diario de Noticias, que titula: "Barcina lo tiene todo para sustituirme, tanto en UPN como en el Gobierno".
¿Por qué abandona la presidencia de UPN en un año? ¿Por qué entonces y no antes o después?
Pienso con sinceridad que el mejor favor que puedo hacer a UPN es dejar su presidencia en 2009. La política son ciclos y el mío, honestamente, se ha acabado, son las sensaciones que tengo y actúo en consecuencia, como lo he hecho siempre. A todos nos llega el momento y siempre tuve la maleta preparada.
¿Qué condiciones debe reunir quien le sustituya?
Trayectoria política, capacidad de gestión, notoriedad en la vida pública y habilidad para conformar equipos. Y todo ello porque quien sea elegido en el Congreso de UPN deberá aspirar a la presidencia del Gobierno foral. Rechazo las bicefalias, el liderazgo debe ser unívoco. Lo demás es pura confusión.
Los requisitos que acaba de enumerar apuntan a Yolanda Barcina.
Lo que está claro es que nadie puede elegir a quien no se presenta, es decir, Yolanda tiene que mostrar primero su disponibilidad.
Todos los caminos conducen a la señora Barcina, no se me escape.
Para que vea que no rehuyo la pregunta, constato lo obvio: yo introduje a Yolanda en el Gobierno como consejera de Medio Ambiente, la impulsé a la alcaldía de Pamplona y la designé vicepresidenta de UPN. Cualquiera puede concluir que, a mi juicio, Yolanda lo tiene todo para gestionar el partido, y también la Comunidad Foral, con plena solvencia. Pero en UPN cada afiliado tiene un voto y ella es enteramente dueña de sus actos y decisiones.