Y el CIS, ¿de quién depende?

Creemos en la ciencia porque si metemos dos termómetros en una bañera nos deben ofrecer ambos la misma temperatura. Pues bien, esto es exactamente lo que no sucede con las encuestas. Ayer el CIS nos amenizaba con una encuesta en la que le otorgaba la mayoría absoluta a Pedro Sánchez, merced a la suma de votos del PSOE, Podemos y ERC. A mayor abundamiento el CIS proporcionaba una ligera subida de escaños al PSOE y a Podemos respecto a la actualidad. ¿Para qué sirve esto más allá de que sea mentira o sea verdad? Para reafirmar la política y las decisiones de los líderes propios. Para cuestionar la política y las decisiones de los líderes rivales. La gente valida lo que estamos haciendo, ni se te ocurra criticarnos. La gente da la espalda a lo que hacen los otros. Al que nos critica le va mal, la mejor estrategia es alabarnos y darnos la razón.

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CIS – extrapolación de escaños realizada por electomanía a partir de estimación de voto del CIS:

PSOE 🌹 + UP 🍆 + Más País 🌽 sumarían mayoría absoluta.https://t.co/sQkPjsnwBg pic.twitter.com/oF3E4pQqKv

— EM-electomania.es (@electo_mania) December 20, 2021

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Como indicábamos hay otro termómetro, u otro discurso, o al menos al ABC y a GAD3 les sale una temperatura totalmente distinta para la misma bañera. Tan distinta que la encuesta de GAD3 pronostica una mayoría absoluta del PP y VOX así como un hundimiento del PSOE y Podemos.

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El centro-derecha gana terreno y suma una mayoría holgada 📊 #BarómetroGAD3ABC https://t.co/klky2HZc14 por @marianocalleja

— ABC.es (@abc_es) December 20, 2021

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Podríamos quedarnos con la idea de que cada cual tiene su encuesta y que cada encuesta refleja los deseos de cada cual, pero esto sólo vale para ABC y GAD3. O sea, cada medio puede usar su dinero para encargar las encuestas que quiera y que las encuestas que quiera reflejen la línea editorial de ese medio, pero el CIS no puede jugar a eso. El CIS lo pagamos entre todos y se supone que tiene que ser neutral y ofrecer un resultado real. Los demás con su dinero se pueden permitir el lujo de ser parciales, el CIS con nuestro dinero no.

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Sólo falta que encima las encuestas de empresas privadas para medios privados ofrezcan resultados ajustados a la realidad posterior. O sea, en principio las empresas privadas de encuestas no tienen la obligación de acertar. Si el contratante compra un resultado, le venden un resultado. Es el dinero de cada cual y allá él. Pero por otro lado, una empresa privada dedicada a hacer encuestas puede basar el atractivo para ser contratada en una reputación, la cual sólo se puede conseguir a base de ir acertando de una forma consistente a lo largo del tiempo. Es decir, sólo el CIS tiene una obligación moral de acertar. Por el contrario, el CIS funciona como una empresa privada con una estrategia mercenaria, sólo que con el dinero de todos. Si se quiere atisbar la verdad a través de la demoscopia, nos podemos fiar más de la reputación de una empresa privada que del CIS. El CIS no es ya que nos ofrezca datos erróneos aunque inocuos, sino que nos ofrece datos deliberademente preparados para confundirnos. El CIS no es sólo por tanto un gasto (más de 9 millones de euros) que sería posible ahorrarnos sin que pasara nada malo, sino que además del ahorro económico habría un beneficio social y un poco menos de oscuridad a la hora de tratar de conocer la realidad.

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