Por mucho que, para comenzar los Sanfermines, la izquierda abertzale aguara la fiesta, los mensajes y clamores en defensa de la españolidad e identidad del Reino de Navarra no lograron ser silenciados, sino que no han dejado de protagonizar este importante festejo tradicional pamplonés.
En la Plaza Consistorial, durante el chupinazo, un numeroso grupo de jóvenes defensores de España comenzó a cantar la popular canción de Manolo Escobar titulada «Y viva España» para contrarrestar a esos abertzales que pretendían aguar la fiesta con sus mensajes en favor de los presos de la banda terrorista ETA y sus exhibiciones de ikurriñas.
Lamentablemente, el grupúsculo abertzale, haciendo una enésima demostración de su espíritu totalitario e intolerante, reaccionó propinando puñetazos y patadas a estos jóvenes que manifestaban sus convicciones pro-navarras y pro-españolas. Pero no han logrado intimidar a la sociedad navarra, que no tolerará la erosión de su cultura, identidad, independencia y libertad.
De hecho, ayer, durante la corrida de toros que tuvo lugar en la plaza de toros de la ciudad, se recibió al alcalde de la localidad, el bildutarra Asirón, con una pancarta que le decía «Agur Asiron» («Adiós Asirón» en vasco), así como con una contundente pitada y cantos de la misma canción de Escobar que decidieron recitar el día anterior esos jóvenes que fueron agredidos por los filoetarras.
Con todo ello, claro está que los navarros seguimos y seguiremos sin claudicar ante las hordas abertzales. Con honor y valentía defenderemos nuestras tradiciones así como la identidad del Reino de Navarra como parte esencial de España. Dejarse intimidar implicaría hacerle un gran favor a los abertzales y demás partidarios de la anexión de Navarra a las Vascongadas.
Finalmente, defínase también esta temporada tradicional como aquella en la que no solo se conmemoró y disfrutó de una gran tradición de la ciudad de Pamplona, sino como una ocasión más para defender la integridad de Navarra y de España.
Un comentario
Me parece un muy tímido intento de contrarrestar la presencia abertzale en las calles. Pero no obstante, sea muy bienvenido. Ojalá las banderas de España y de Navarra vuelvan a ser vistas en la calle, con naturalidad y sin polémica. Lo deseo de verdad. Quizá pueda ser…