Venezuela como peligroso modelo para España

El resultado de las elecciones en Venezuela es que hay más chavistas en España que en Venezuela. Es por ello que lo que diga Zapatero, o lo que diga Pablo Iglesias, es importante. Lo que sucede en Venezuela no son noticias exóticas, es muy grave que tengamos en el gobierno a políticos que aprueban lo que está pasando en Venezuela, porque eso quiere decir que aprobarían que eso mismo sucediera en España. Tras perder las elecciones hace 4 años, el chavismo le quitó los poderes al parlamento y creó otro parlamento con una mayoría chavista, según Zapatero o Podemos la UE, los EEUU y la OEA no lo aceptan por un problema de incompresión. No nos tomemos a broma que políticos que aprueban modelos dictatoriales estén al frente del gobierno, y además con poderes extraordinarios.

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Sería tentador pensar que lo que haga o diga Zapatero es un asunto meramente anecdótico. Zapatero fue elegido presidente de este país dos veces. Zapatero impuso un tipo de política basado en la criminalización del contrario. A las elecciones con Zapatero se iba con las sedes del rival rodeadas, al grito de asesinos, o con la tragedia del Prestige convertida en arma política arrojadiza. ZP también fue quien inauguró la política de alianzas con la extrema izquierda y el separatismo, una política de trincheras y de división de la sociedad. Zapatero fue el que le quitó el polvo a la memoria histórica selectiva para convertir en franquistas a todos los que le llevaban la contraria a la izquierda. Fue también el que convirtió a la ETA en un nuevo actor político. Ni de lejos Zapatero fue un episodio aislado. El PSOE actual ha refrendado por completo aquella forma de hacer política. Pedro Sánchez no es más que una nueva encarnación de Zapatero y esa reencarnación se produce porque la militancia socialista y buena parte de su electorado, quizá ya todo su electorado, se encuentra absolutamente radicalizado. Por supuesto Zapatero llevó al estado a la ruina, como seguramente hará Pedro Sánchez.

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Zapatero en Venezuela no es un mediador. Un mediador es alguien al que todas las partes reconocen como tal. Alguien que no es ni se identifica con ninguna de las partes. Zapatero, por el contrario, es claramente un portavoz de parte, un portavoz del chavismo. En una batalla amañada en que la victoria ya no es quien tiene mas votos, sino cuánta gente va a votar y participa en la farsa, resulta que habiendo hambre y ofreciéndonse bolsas de comida para ir a votar así y todo sólo vota el 30% y de ese 30% sólo el 67% lo hace por la candidatura de Maduro, que sale a cantar victoria con total desprecio de la realidad, como un Abalos o un Echenique cualquiera. Venezuela es la prueba de que a la izquierda no le importa cómo viva la gente, sino que la gente viva dominada por su sistema y su ideología, aunque se muera de hambre. En la crisis de 2008 nos decían que había que fijarse en Venezuela porque era un experimento que iba a demostrar que había una alternativa a la crisis capitalista. Ahora que lo que ha demostrado el experimento es que el comunismo siempre acaba con pobreza y tiranía nos dicen, porque no les interesa, que cansa fijarse tanto en Venezuela. Sin duda el libre mercado -que tampoco es exactamente lo que tenemos ahora- tiene problemas, no existen sistemas perfectos, todas las comparaciones son siempre entre sistemas imperfectos, pero pensar que la alternativa al libre mercado es Venezuela es como pretender que la decapitación sea la alternativa a la caspa.

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