El Gobierno de Navarra, corrigiéndose a sí mismo, afloja aparentemente la presión sobre las familias con una deducción fiscal de 100 euros por hijo menor de 3 años. Decimos que aparentemente porque se trata de una reducción muy limitada: sólo 100 euros, sólo hasta los 3 años de edad y sólo tras una subida previa que no queda compensada. Pero por si no fuera suficientemente malo, el ejecutivo de Barcos ha tomado otra decisión que viene a echar por tierra en muchos casos todo lo anterior y añade una nueva carga a todos los demás. Se trata de la eliminación de la deducción por vivienda que también contempla la nueva reforma fiscal, la cual se elimina totalmente, de modo que a partir de 2018 la compra de vivienda deja de tener esta deducción. Según los datos publicados por Diario de Navarra, hay 81.000 navarros que se benefician de la deducción por vivienda lo que les representa un ahorro de unos 1.000 euros de media. Uxue te da 100 euros por hijo menor de 3 años, pero te los quita con creces salvo que vivas con tus hijos pequeños en el coche.
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Date por cuatripartido aunque hayas comprado tu casa antes de 2018
Aunque la reforma fiscal prevé la eliminación de la deducción por vivienda a partir de 2018, lo cierto es que tampoco se respetan las condiciones de quienes han comprado antes de esa fecha. La reforma fija el 31 de diciembre de 2022 como fecha de caducidad de todas las desgravaciones. El cuatripartito no sólo es por tanto que esté vendiendo como una ayuda a las familias lo que en realidad es un nuevo crujido, sino que incide en uno de los peores mensajes desde que está en el gobierno. Este mensaje es que no sólo tenemos la peor fiscalidad, sino que empeora cada año y el que quiera hacer una inversión, ya sea un empresario o el simple comprador de un piso, no tiene ninguna seguridad jurídica de lo que va a tener que pagar. La labor de Barcos y sus socios no puede ser más perjudicial para los navarros ni más desincentivadora de la inversión.
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Más te vale ser hombre con vagina o mujer sin pene
Finalmente, la reforma fiscal contempla también una política totalmente discriminatoria de cara a la contratación laboral. La reforma fiscal, de cara a promover el empleo de calidad, prevé una deducción a las empresas por contratar trabajadores cuyo salario sea 1,7 ó 2,5 veces el Salario Mínimo Interprofesional. La propia medida en sí ya sería discutible, pero es que además penaliza totalmente la contratación de hombres, o más concretamente humanos con pene, ya que si un empresario se encuentra con dos aspirantes a un empleo, José María y María José, si contrata a María José la deducción es de 5.000 euros y si contrata a José María de sólo 2.500. Vete dando tú también por cuatripartido, José María. A nadie se le ocurriría que la ayuda a alguien fuera la mitad por ser judío, feo, calvo o del Racing de Santander, pero la discriminación está justificada por ser hombre. Por ser hombre con pene, para mayor exactitud. O mujer con pene, si nos ponemos puntillosos y nos creemos el incoherente discurso sexológico gubernamental. Por lo visto el progreso es pasar de que se discrimine a María José frente a José María, a que se discrimine a José María frente a María José. ¿Y por qué no dejar que ni José María ni María José se tengan que enfrentar a ninguna discriminación? ¿Por qué no elegir al mejor de los dos en vez de al que tiene pene o vagina?
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Con esta absurda lógica, además, acabaremos dando peores becas a las mujeres que estudien enfermería que a las que estudien ingeniería, o pagando más a los maestros que a las maestras. Se confunde totalmente que las mujeres y los hombres puedan elegir lo que quieran a que tengan que elegir lo mismo.
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2 respuestas
Lo que no es sino una grave discriminación por razón de sexo, sólo puede verse con buenos ojos si uno tiene la hipocresia de considerar a las mujeres inferiores a los hombres por el hecho de ser mujer y llamar a eso «feminismo».
O la mezquindad de quien, estando en el poder y sabiendo que es una discriminación por razón de sexo, lo justifica inconfesablemente en un deseo de fomentar una división social entre mujeres y hombres que favorezca su posición de poder.
Que se vayan, pero que se vayan ya.