He aquí las palabras que han levantado la polémica y provocado la protesta de Uxue Barkos, pronunciadas durante la celebración del Día del Partido por Yolanda Barcina:
“Lo único que ansía la Nafarroa Bai de Zabaleta y Barkos es devolvernos a un pasado rancio y a una sociedad asustada por el terrorismo. Mira con sus ojos a la ilegalizada ANV y es incapaz de hacer frente a su totalitarismo, pues regatea de manera cicatera las condenas a ETA y rechaza de una forma bastante ambigua el apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», que además añadió: «¿qué se puede esperar de un partido político que se muestra contrario a que se detengan presuntos terroristas?”.
Parece difícil objetar, acudiendo a la hemeroteca, ninguno de los hechos citados por Yolanda Barcina. Es conocida la oposición de Nafarroa Bai a la ilegalización del aparato paramilitar de ETA, lo que efectivamente retrotraería la lucha contra el terrorismo a una triste época en vías de superación, en la que las víctimas incluso financiaban a los verdugos con el dinero de sus impuestos, generando un clima de impunidad dentro del entorno etarra y de terror en el resto de la ciudadanía. Bien es cierto que ese terror nunca ha afectado a todos en la misma medida.
Es pública y notoria, por lo demás, la dificultad para consensuar con Nabai las condenas a ETA. Esta dificultad, en ocasiones, se produce incluso respecto a sí misma. Ha resultado frecuente, en los últimos tiempos, que el texto de condena que se podía consensuar con Nabai en Madrid o en el Ayuntamiento de Pamplona era rechazado por la propia Nabai en el Parlamento de Navarra.
Respecto al respaldo de Nabai a la policía, se trata precisamente del principal escollo en las declaraciones de condena. La coalición nacionalista condena los atentados pero, con discutible coherencia, rechaza explícitamente apoyar la búsqueda y detención de sus autores; es decir, la labor de la policía. Las razones para negar este apoyo también parecen discutibles cuando, como se acaba de señalar, según el foro sí que lo apoya.
De todo lo anterior no se deduce que la presidenta de UPN dijera ninguna mentira. De ser así, la indignación de Uxue Barkos no debiera dirigirse hacia el exterior, sino hacia la coherencia interna de Nafarroa Bai en la lucha contra la violencia.
Al margen de lo anterior, llama la atención la búsqueda desde Nabai de esta fuerte contraposición entre Uxue Barkos y Yolanda Barcina. A primera vista, podría suponerse que empieza a visualizarse un desmarque táctico respecto a la oposición Sanz-Zabaleta. El tiempo dirá si se trata de un espejismo o un paralelismo entre las candidaturas del pasado y las candidaturas del futuro.